La localidad de Maluenda vivió sus fiestas patronales en honor de las Santas Justa y Rufina del 15 al 18 de julio, en un ambiente inmejorable. La comisión de Interpeñas, junto con el ayuntamiento, elaboró un extenso programa de actividades que recogió desde cabezudos, juegos acuáticos o hinchables para los más pequeños hasta vaquillas, carreras de burro o verbenas y disco móvil para los mayores.

El miércoles, un día antes de que diesen comienzo las fiestas, se celebró la tradicional cena de Interpeñas en el pabellón de las escuelas para todos los peñistas, más de cuatrocientos este año y después se celebro un encierro infantil.

El jueves 15 hubo concentración de peñas en la Plaza del Ayuntamiento para esperar el tan ansiado chupinazo del comienzo de las fiestas, siendo pregonera la Peñista del Año, Consuelo Serrano, de la Peña el Sombrero. La charanga hizo un recorrido por las calles del pueblo para terminar en la Plaza Baja con un juego de las sillas entre peñas.

El 16, festividad de la Virgen del Carmen, se celebró la Eucaristía y Procesión en el convento de las Madres Carmelitas de la localidad; asistieron los miembros del ayuntamiento y la misa fue celebrada por Francisco Álvarez, Cardenal Emérito de Toledo. Por la tarde se celebró una merienda para la tercera edad y como novedad este año la I Carrera de Triciclos Maluenda 2010 para niños de hasta cinco años. También tuvo lugar la I Carrera de Autos Locos Maluenda 2010 para mayores de 16 años; ambas organizadas por la comisión de Interpeñas. Por la noche hubo cena popular en la plaza baja amenizada por un grupo de Mariachis.

El sábado se celebró la festividad de las santas Justa y Rufina, patronas de Maluenda desde 1595. Hubo misa y procesión y al finalizar un Vino Español en el pabellón. Por la tarde hubo charanga con recorrido de peñas y por la noche vaquillas.

Para finalizar las jornadas festivas, el domingo de madrugada hubo carreras de burros y vaquillas y chocolatada para todos los asistentes. Por la tarde recortadores y ya en la noche cena para todo el pueblo en las inmediaciones del pabellón. La traca de fin de fiestas puso el broche de oro.