La Asociación La Lonjeta, de Uncastillo, aprovechó la celebración de la muestra de repostería para instalar, en el mismo recinto, un mercadillo solidario en el que se podían encontrar abalorios, peluches, libros, bisutería y otros accesorios.

En unas largas mesas se podían encontrar cientos de productos a unos precios más que interesantes, ya que lo más importante en esta ocasión no era lo que se compraba, sino el fin con que se hacía, puesto que los beneficios se destinaban a la misión de Isabel Marco, uncastillera que supervisa varios programas de ayuda a mujeres y niños en Mauritania.

Fueron muchos los que examinaron estos puestos de venta, llenos de objetos variopintos, aunque por sus vivos colores llamaban la atención los peluches, especialmente niños y niñas que se acercaron hasta el gran montón en que se disponían. Y, junto a estos muñecos, un puesto en el que unas niñas de la localidad vendían pulseras, collares y broches "hechos a mano por nosotras mismas", apuntó orgullosa una de ellas.