Después de casi cinco años con la iglesia cerrada al culto, y de diecisiete años del comienzo de su restauración, en los próximos meses, el templo de San Martín quedará totalmente remozado y lucirá en todo su esplendor.

En agosto del año pasado, comenzaron las obras de la 4ª fase, todas ellas en el interior, que consisten en la recuperación de la cripta de la antigua iglesia románica y en la colocación del pavimento, además de la sustitución de los tejadillos de las capillas laterales. La duración de estas obras estaba prevista en doce meses, pero la empresa adjudicataria, Damarin, las está ejecutando a un mayor ritmo del previsto, por lo que previsiblemente, terminarán bastante antes del plazo. El presupuesto de esta fase ronda los 300.000euros, financiados por el Gobierno de Aragón, haciéndose cargo del resto, conjuntamente, la Parroquia y el Ayuntamiento.

Ya está prácticamente terminada la cripta, a la que se accede por unas escaleras situadas en el lado derecho del presbiterio, y desde una plataforma se podrá ver, por un lado las pinturas del siglo XV que representan escenas de la vida de la Virgen, y que, milagrosamente, se conservaron después de estar más de cuatrocientos años enterradas. Y, por otro, un banco de piedra en donde, según documentos medievales, se reunía el Concejo de Biel.

También está colocado el pavimento de la nave, recuperándose el que existía en la iglesia del siglo XVI. Consiste en baldosas puestas entre listones de madera formando rectángulos, que, en realidad, eran tumbas que aparecieron numeradas. Se han reutilizado las baldosas originales alrededor de las capillas laterales, mientras que las del centro de la nave son nuevas, pero de similares características. Falta por poner parte de esos listones de madera y el pavimento del presbiterio, que también será de madera.

Igualmente, se ha colocado la puerta de separación entre la capilla del Rosario y la iglesia principal. Es de cristal, y permite aislar los dos espacios para que la capilla se convierta en la iglesia de invierno. Por ello, se ha instalado en el suelo de la misma una calefacción por hilo radiante que mejorará las condiciones de temperatura.

Cuando en el año 2005 comenzaron las obras de la tercera fase, con un presupuesto de 350.000 euros, se creyó que eran ya las obras finales. Sin embargo, en esa fase, se previó una partida para realizar una excavación en la zona del presbiterio para tratar de encontrar la cripta de la iglesia románica de la que había documentación y a la que se denominaba la capilla de Santa María del "Soterráneo". Lo previsto era documentarla, recoger los restos arqueológicos interesantes y volverla a rellenar. Sin embargo, al aparecer, entre otros elementos interesantes, unas pinturas góticas del siglo XV, un banco corrido de piedra y una ventana abocinada, se decidió hacerla visitable y, por lo tanto, recuperarla, con lo cual se modificó totalmente el proyecto. Estos descubrimientos ocasionaron la paralización de las obras y redactar una cuarta fase, que es la que se está ejecutando.

Además ha habido otras intervenciones anteriores. La primera de ellas, realizada en los años 1993-1994, tuvo un presupuesto de once millones de pesetas y consistió fundamentalmente en el arreglo y consolidación de la cubierta y la recogida de las aguas pluviales. La segunda, ejecutada entre los años 1998-1999, tuvo un coste de más de veintiún millones y se ocupó de la restauración del exterior de la misma, con reposición de piedra de sillería y, sobre todo, del ladrillo de la galería de arquillos de la bóveda y de los dos últimos cuerpos del campanario. Así mismo se repuso la cenefa de cerámica de Muel, imitación de la original que prácticamente no existía, alrededor de toda la bóveda y del campanario.

La iglesia parroquial de San Martín de Biel es de estilo gótico-renacentista y se construyó a lo largo del siglo XVI sobre una primitiva iglesia románica de la época del castillo (último tercio del siglo XI), de la que se conservan algunos restos como la portada occidental, visible desde la capilla del Rosario, o parte de una ventana en la capilla de San Nicolás.

Conocemos de manera pormenorizada el proceso constructivo de la iglesia gracias a las investigaciones realizadas por la historiadora del arte Mª Sancho Menjón, quien encontró en el Archivo de Protocolos Notariales de Ejea no sólo documentos abundantes sobre las diferentes etapas de la obra, sino también un plano parcial de la bóveda de crucería. Así sabemos que se realizó en tres fases, comenzando la primera en 1541, la segunda en 1547 y la tercera, algo más tarde, en 1581.

Son el concejo y el vicario quienes contratan la obra y mandan ensanchar la iglesia en doce pies --unos tres metros--, por el muro sur, derribando la anterior pero con la precaución de que puedan ser reutilizados todos los materiales. De las dos primeras fases se encargarán maestros de obra vascos, Marrubiza y Aranzalde, mientras que la tercera, la galería de arquillos de la bóveda (el "ventanaje") y los dos últimos cuerpos del campanario, que son de ladrillo, se adjudicará al maestro "aljecero" de Ayerbe Domingo de Ygola. Esta obra, que duró más de cuarenta años, tuvo un coste total de ciento cincuenta y ocho mil sueldos, cantidad que podría haber sido mucho más elevada porque gran parte de la mano de obra era gratis, ya que los habitantes de Biel estaban obligados a trabajar "a vecinal".