El número de familias monoparentales ha crecido exponencialmente en las últimas dos décadas en Aragón. Así, mientras en 1991 había 26.503 familias monoparentales, en 2009 eran ya 71.172, lo que representa un 14% de las familias aragonesas. Estos datos se desprenden del estudio ´Las familias monoparentales en Aragón´ realizado por el departamento de Servicios Sociales y Familia del Gobierno de Aragón y el Consejo Económico y Social de Aragón (CESA), una publicación que también aborda, además de las cifras, los perfiles de estas familias, las causas de la monoparentalidad, y las necesidades de este tipo de núcleos a nivel económico y social, entre otros.

En el año 1991 la estimación de familias monoparentales era de 26.503, y en el año 2009, de 71.172. En este crecimiento influyen tanto el número de rupturas en las unidades de convivencia, los hijos o hijas nacidos fuera de las unidades de convivencia o los flujos migratorios.

Las causas de la monoparentalidad son diversas y pueden estar vinculadas al fin de la convivencia, como la viudedad o la separación, o no, como en los casos de una mujer sin pareja estable que decide ser madre o aquellos en los que uno de los cónyuges sufre una hospitalización prolongada, por ejemplo.

Otro de los datos que ofrece el estudio es que en el 84% de los núcleos monoparentales, el progenitor que cuida de los hijos es una mujer (familias monomarentales).

La tipología de las familias monoparentales es diversa, por lo que no puede definirse un perfil, sin embargo sí que hay datos que dan una idea de su dimensión. En el 64% de los casos la familia está formada por el progenitor y un solo hijo o hija. Además es significativo el número de personas mayores de 65 años que vive con hijos solteros que a su vez no tienen hijos (34,4%). En casi el 40% de los casos, los hijos en estos núcleos familiares tienen más de 30 años, una proporción que va disminuyendo conforme lo hace la edad de los mismos. Además, la provincia con mayor presencia de familias monoparentales es Huesca, con el 15 por ciento de sus núcleos familiares de esta tipología.

Este estudio ha permitido radiografiar este tipo de familias y detectar sus necesidades. Así, la consejera Ana Fernández destaca que "hay que trabajar en la conciliación" que para estas familias resulta más complicada "porque un padre o madre solo no puede corresponsabilizar". En su opinión, "a partir de este problema, el resto, como el acceso al mercado laboral o la contratación, derivan de que necesita más tiempo que otras personas para cuidar a sus hijos".

Mientras, Ángela Abós ha afirmado que este grupo de familias constituye una realidad social y económica de Aragón, con necesidades concretas, y que sufren las dificultades de "vivir fuera de un esquema establecido"

Los factores del itinerario vital de las personas también son importantes a la hora de detectar las necesidades de las familias monoparentales. Por eso, contar con una red de apoyo informal (familia y amigos), la integración social y cultural en el lugar de residencia o las habilidades personales y sociales, son algunos de las circunstancias que determinan la tipología de familia monoparental.

Sus necesidades también son diversas y muchas tienen que ver con la conciliación y la atención a los hijos (servicios lúdicos fuera del horario escolar, servicios de cuidado infantil a domicilio en las zonas rurales, orientación y asesoramiento en la educación de los hijos en solitario o ayudas a la movilidad, entre otras).

En definitiva, este estudio que se presentó recientemente visibiliza y ofrece una dimensión de este modelo de familias, creciente en la Comunidad Autónoma aragonesa.