La compañía Cárnicas Cinco Villas y la profesionalidad de todos los empleados que la conforman va mucho más allá de la actividad alimentaria. Muchas veces, cuando la gente habla o piensa sobre el sector porcino, lo primero que le viene a la cabeza es una granja de cerdo de capa blanca, una sala de despiece, un costillar o un lomo en el supermercado. La cadena de valor del sector porcino -tan arraigado en Aragón y en las Cinco Villas- se caracteriza también por aportar un elevado valor añadido y grado de innovación.

Más allá de la vertebración territorial en la España rural o en el ámbito más gastronómico y culinario; hay innovación en el sector sanitario. Gracias a la producción porcina, cada día en el mundo se administran más de 6.000 millones de dosis de heparina y más de 150 millones de pacientes salvan su vida. España es un país líder en ganadería porcina, no solo a nivel cuantitativo; sino también en digitalización y economía circular.

Aragón es una comunidad autónoma con un potencial cárnico contrastado y equilibrado con criterios normativos sostenibles. Por ello, Cárnicas Cinco Villas e ICP (International Casing Products) ubicada en Mercazaragoza, ambas del grupo agroalimentario Vall Companys, generan una actividad de economía circular que pasa por aprovechar las mucosas de los intestinos para elaborar anticoagulantes. A solo 70 kilómetros de distancia, ICP, la compañía de faenado, procesado y selección de productos de casquería y tripa natural separa minuciosamente las mucosas. Posteriormente, el sector sanitario las procesa y elabora fármacos como la heparina.

La innovación está muy presente en la actividad de Cárnicas Cinco Villas. Servicio especial.

La heparina es un fármaco importantísimo ya que está indicado para la prevención y el tratamiento de la trombosis, en pacientes oncológicos o en aquellas personas que han pasado por una intervención quirúrgica. También es el tratamiento de referencia para las personas con patologías cardiovasculares. De hecho, cada cerdo, produce las dosis de heparina necesarias para ser administradas durante cinco días a una persona.

Otro ejemplo de economía circular en el porcino, lo encontramos en la planta que el mismo Grupo Vall Companys está ultimando, juntamente, con la empresa belga Veos en Monzón. Las instalaciones de Veos Ibérica en Monzón recogerán el plasma porcino como subproducto y gracias a un proceso biotecnológico se convertirá en proteínas funcionales de alto valor que enriquecerán alimentos para animales. El sector porcino está afrontando un alto nivel de innovación que permite un aprovechamiento de los subproductos.