Devolver la alegría al Casco Viejo, compartir en familia un pasacalles animado por la música de una charanga, la comparsa de cabezudos y los toricos o disfrutar de un concierto en el teatro son las propuestas que la Asociación de Vecinos del Casco Histórico San Juan y el Ayuntamiento de Ejea desplegaron para celebrar una jornada de convivencia y reilusión tras 20 meses de pandemia.

Pequeños y mayores pudieron disfrutar de las actividades.

Hace tanto tiempo que no se celebra una fiesta, que la propuesta que trajo la Asociación de Vecinos del Casco Histórico para el domingo día 21 de noviembre fue como un soplo de aire fresco que animó a salir a la calle y a compartir con ellos un paseo por algunas de las calles históricas de Ejea. Y hacerlo con esa alegría que transmite la música, con el acompañamiento de nuestra tradicional comparsa de cabezudos y la emoción taurina de los toricos de cartón piedra.

Los ejeanos se mostraron ilusionados con la actividad tras 20 meses de pandemia.

Con salida en la plaza del Salvador y recorrido por las calles Mediavilla, plaza España, Herrerías, calle Santa María, calle Hornico, Oliva Baja, los vecinos y vecinas de Ejea disfrutaron de un pasacalles hasta llegar a la plaza de la Virgen de la Oliva donde hubo una sorpresa para los niños, conducida por Anea Tiempo Libre.

La jornada dio comienzo a las 11.30 horas de la mañana, citándose en la plaza de la Iglesia del Salvador, el emblema de Ejea de los Caballeros, y finalizando en otra de sus plazas emblemáticas, la de la Virgen de la Oliva, en cuyo pequeño anfiteatro se sentaron para recibir el final sorpresa de la mañana para los niños y niñas.

Ya por la tarde, a las 17.30 horas, en el Teatro de la Villa disfrutaron los vecinos de un concierto del Dúo Imperial, una pareja hispano-cubana especializada en amenizar eventos populares con una amplia variedad de estilos. El Dúo Imperial, formado por el cubano Reynaldo Caballero y por la pamplonesa Izaskun Goizueta, en sus actuaciones interpreta un variado repertorio: mexicanas, rancheras, corridos, boleros y todo tipo de ritmos latinos como salsa, bachata o merengue.

La entrada al Teatro de la Villa fue gratuita pero los asistentes debieron recoger una entrada en la taquilla del teatro para organizar los accesos, la ubicación en las butacas y el control del aforo fijado por sanidad. Fue obligatorio el uso de la mascarilla.