Opel dio el pasado martes 9 de febrero el paso definitivo para el comienzo de una nueva era. Su consejero delegado, Nick Reilly, detalló en Fráncfort (Alemania) el plan de reestructuración de la compañía en Europa que le permitirá volver a los beneficios en el 2012. Por entonces, Figueruelas podría regresar a sus años dorados, ya que "liderará la producción de coches pequeños" de la marca, afirmó el director de producción de Opel, Reinald Hoben.

La factoría aragonesa, que protagonizará en abril uno de los lanzamientos de este año (el Meriva) mantendrá su capacidad de producción (478.000 vehículos al año), sus dos líneas de fabricación y cuenta con muchas posibilidades de optar al nuevo Combo (si se fabrica) o modelo alternativo. También figura como firme candidata para acoger un mini eléctrico, junto con Eisenach. Reilly confirmó que la compañía prevé desarrollar un coche del segmento mini, más pequeño que el Corsa, para Oriente Medio y Asia-Pacífico. Y ahí puede entrar España. De no ser, se optaría por Eisenach, lo que permitiría a Figueruelas aglutinar un más volumen del Corsa, ya que la proporción asignada es del 72% frente al 28% de Figueruelas, según el plan de Opel. Además, Hoben ratificó que la planta zaragozana optará a los sucesores de estos modelos pequeños a partir del 2013.

Aunque Figueruelas atraviesa su particular travesía por el desierto (apenas fabricará 333.000 coches este año) sus expectativas para los próximos años son buenas. El experto en el sector del automóvil y socio de Europraxis, José Antonio Bueno, sostiene que "Figueruelas estará en el centro de Opel y no figura en la lista de víctimas", algo que sí ha ocurrido con la fábrica de Amberes (Bélgica), que cerrará.

El hecho de que Opel haya mantenido la capacidad productiva de Figueruelas es buen síntoma. Aunque es posible que hasta noviembre solo funcionen dos turnos, el tercero está disponible para el futuro. Además, el segmento de mercado que mejor ha respondido en los últimos años, principalmente durante la crisis, es el pequeño.

Opel confirmó que despedirá a 8.370 empleados en Europa --7.000 en producción y 1.300 en administración-- y que reducirá la producción este año un 20%. La firma prevé invertir 11.000 millones de euros los próximos cinco años para renovar un 80% de la cartera de productos. Quiere introducir ocho modelos este año y otros cuatro en 2011, apuntó Reilly. Con ello, Opel prevé lograr un resultado consolidado en 2011 y volver a beneficios en 2012. Además, invertirá 1.000 millones de euros en "tecnología innovadora, motores y cajas de cambios de consumo reducido y ampliará la oferta de vehículos propulsados por gas (CNG y LPG)". Para ello necesitará ayudas de los gobiernos: 2.700 millones.