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La DPZ pone en valor el patrimonio cultural y natural de la sal

Edita un libro dentro del proyecto europeo ‘MOMAr’ escrito por Miguel Calvo

Zaldívar, Cihuelo y Calvo durante la presentación de la obra. | SERVICIO ESPECIAL

Zaldívar, Cihuelo y Calvo durante la presentación de la obra. | SERVICIO ESPECIAL / la crónica cronicas@aragon.elperiodico.com

La Crónica

La Diputación de Zaragoza ha editado un libro con el que poner en valor el patrimonio cultural y natural de la sal en la provincia. La sal en la provincia de Zaragoza, que se presentó en la institución provincial, escrito por el catedrático de Ciencia de la Universidad de Zaragoza Miguel Calvo dentro del proyecto europeo MOMAr liderado por la DPZ y que detalla la historia de este recurso en las diferentes zonas de la provincia.

«Es un proyecto muy ambicioso en el que llevamos trabajando mucho tiempo a través del proyecto MOMAr, desde el que se busca tener en cuenta la singularidad territorial para buscar nuevas maneras de gestionar el rico patrimonio cultural y natural de nuestra provincia», destacó la diputada delegada de Cultura, Ros Cihuelo.

El libro traza por primera vez un mapa con 15 lugares de la provincia en los que se puede disfrutar de los paisajes de la sal más allá de las conocidas minas de Remolinos: Alcalá de Ebro, Alfocea, Berrueco, Gallocanta y Las Cuerlas, Bujaraloz, Chiprana, María de Huerva, Mediana de Aragón, Monterde, Nuévalos, Pardos, Remolinos, Sástago, Torres de Berrellén, Undués de Lerda y Zuera.

Se han editado 1.000 ejemplares del libro, que se van a distribuir entre los ayuntamientos de la provincia, bibliotecas municipales y centros educativos.

«Zaragoza puede enorgullecerse de su riqueza salinera. Salvo salinas marítimas tenemos todo lo demás, salinas de manantial, lagunas de sal y sobre todo las minas de Remolinos. Pocas pueden presumir de 2.000 años de explotación continua, en España ya no hay otra», indicó Miguel Calvo.

MINAS DE REMOLINOS

En un repaso por la historia de la sal en Aragón, el libro constata la importancia de las minas de Remolinos ya en la Edad Media, que sirvieron de fuente de ingresos fiscales de la Corona y abastecían de forma obligatoria a la ciudad de Zaragoza, a Calatayud y su comarca, Tarazona, Borja, las Cinco villas, Quinto, Samper, Híjar y Andorra además de venderse libremente por todo Aragón. En la actualidad, las minas de sal de Remolinos destacan por su sus varios cientos de miles toneladas de producción de sal al año y por la existencia en ellas de un notable patrimonio minero, especialmente del último siglo.

A lo largo del tiempo se han explotado varias decenas de minas y en la actualidad María del Carmen es la única que está activa en la localidad. Las más accesibles para visitar son La Real, que se explotó de forma simultánea o alterna junto a la del mismo nombre en Torres, y Secañu y el conjunto situado en el barranco de las Salinas, donde se situaron algunas de las minas más importantes.

«Para Remolinos es un sueño que algún día las minas puedan ser visitadas y estamos trabajando desde hace tiempo para conseguirlo de algún modo. Este libro es una oportunidad que no podemos dejar pasar. Si estuvieran en otro sitio las minas ya tendrían otro tratamiento y tenemos que luchar para que la gente conozca lo que existe en ellas», resaltó el diputado provincial y alcalde de Remolinos, Alfredo Zaldívar.