Celebraciones tan típicas de estas fechas como son las primeras comuniones tienen en cada población de la comarca sus propias características y singularidades, debidas, entre otros aspectos, a las diferencias en su número de habitantes. Así en el municipio de Velilla se da la circunstancia de que hace solamente dos años cinco niños accedieron a este sacramento en su propio pueblo, en medio de una celebración que implicó a la practica totalidad de los vecinos en las invitaciones, bien por la relación familiar con los pequeños, o bien por la relación de amistad o de compañeros de clase. No obstante, el año pasado no se festejó ninguna de estas ceremonias por no haber chicos o chicas de la edad adecuada para la misma. Una circunstancia que por lo menos en este año se ha podido solventar, ya que en esta primavera del 2003 solamente una niña, María Ascensión Tella Gallego, celebró su primera comunión, concretamente el pasado uno de junio.

La tradicional celebración religiosa tuvo lugar a las doce de la mañana, en la iglesia parroquial La Asunción de Nuestra Señora, de Velilla, y en la misma participaron todos los vecinos de la localidad acompañando en una ocasión tan especial a los familiares y amigos de Ascensión, en una jornada que con toda seguridad quedará en su memoria, y no sólo por lo que pueda suponer el aspecto religioso, sino por el ejemplo de lo que significa residir en un pequeño municipio, en los que a pesar de todo se mantienen sus características.