Después de muchos trámites, llamadas y gestiones, el Ayuntamiento de Quinto ha conseguido que Renfe se comprometa a solventar el problema que padecen casi un centenar de vecinos de este municipio cuyas viviendas están situadas al otro lado de la vía ferroviaria que rodea el pueblo y no disponen de un paso acondicionado. Por ello, deben atravesar directamente y por su cuenta los raíles para acceder al casco urbano.

Según el acuerdo al que han llegado el consistorio municipal y la entidad de ferrocarriles, en breve se trasladará el actual paso a nivel que da acceso a los campos de la huerta y se situará a la altura del citado núcleo de viviendas, tal y como explica Javier Abenia, alcalde de Quinto. "Actualmente Renfe es muy reticente a la hora de aumentar el número de pasos a nivel en el trazado de su red, por eso trasladar un paso que ya tienen les ha parecido una buena solución".

Un problema histórico

Según los últimos acuerdos a los que ha llegado la compañía ferroviaria, en un plazo máximo de ocho años todos los pasos a nivel del territorio nacional deben sustituirse por pasos elevados, de forma que en unos años los vecinos de Quinto afectados contarán con este tipo de infraestructura y podrán cruzar sin ningún peligro.

Aunque para el municipio de Quinto el problema arranca hace casi cuarenta años, con la construcción de las primeras casas en los terrenos situados al otro lado de las vías que delimitaban el pueblo, la situación se agravó hace sólo unos meses cuando Renfe procedió a eliminar los denominados "pasos viciosos".

La compañía destruyó entonces las pequeñas rampas de hormigón, escalones y otros elementos que los propios usuarios habían ido acondicionando en todos estos años para facilitar el acceso y cruce de las vías. Fue entonces cuando el ayuntamiento unió los esfuerzos para solucionar la situación.

Javier Abenia recalcó que el cruce de la vía es un problema que siempre ha estado muy presente en la gestión del equipo municipal. "Son incontables las cartas, llamadas y citas que hemos llevado a cabo en estos años sin obtener ninguna respuesta satisfactoria, hasta que finalmente nos decidimos a ponernos en contacto directamente con Renfe en Madrid, y debo decir que en esta instancia han escuchado nuestras reclamaciones y nos han ofrecido una rápida solución".

GLORIA ABADIA