El Ayuntamiento de Villafranca acaba de perder un contencioso contra el Ministerio de Fomento, al que reclamaban que se hiciera cargo de los arreglos de la calle Santa Bárbara de la localidad, vía por la que se desvía el tráfico cada vez que hay algún accidente de tráfico en la N-II a la altura del municipio.

Esta calle es una de las arterias principales de Villafranca, "pero no está preparada para soportar el peso de los vehículos pesados, que son los prioritarios de paso por la Nacional II", explica el alcalde villafranquino, Roberto González. Como consecuencia del tráfico por la calle se han registrado con frecuencia socavones y roturas de las infraestructuras de vertido, "que tenemos que reparar desde el consistorio y son muy costosas", dice el primer edil. De ahí, que se planteara un contencioso a Fomento, "para exigir que fuera ese ministerio el que asumiera las reparaciones, aunque sabíamos que sería difícil ganar", dice González. En previsión de un resultado negativo, el Ayuntamiento de Villafranca lleva meses ejecutando la reparación de la calle Santa Bárbara, donde ya se ha terminado la colocación de los sistemas de abastecimiento y vertido. En una próxima actuación se procederá a la pavimentación de la vía.

AYUDAS

Para acometer todas estas reparaciones, el consistorio ha pedido subvenciones, dado el alto coste de la reparación. Por ejemplo, la Diputación Provincial de Zaragoza (DPZ) otorgó recientemente dos ayudas, una de 25.000 euros y otra de 20.000 euros, ésta última se destinó a terminar las aceras de la vía. De ellas hay que destacar que se ha realizado un moderno sistema de conducción de tuberías, que consiste en la realización en los laterales de la calle, por el subsuelo, de una especie de acequia por la que discurren las tuberías. Dicha acequia va tapada con unas viguetas de cemento que permiten "que si se rompe la tubería se puedan levantar fácilmente, sin necesidad de picar el pavimento", especifica González.

La reivindicación para buscar un paso alternativo a la N-II por Villafranca de Ebro, que no sea por la calle Santa Bárbara, ha estado presente en las peticiones de los diferentes equipos de gobierno que han pasado por el consistorio villafranquino. Y es que, desafortunadamente, la situación se repite con frecuencia en la localidad, ya que la carretera sufre gran siniestralidad. Así, en el momento en que suceden los accidentes, los camiones invaden el casco urbano villafranquino, pero su pavimentación no lo soporta, por eso el tonelaje en el suelo de la localidad está limitado.