La DGA ha confirmado al Ayuntamiento de Morata que va a iniciar los trámites de expropiación del palacio de los Condes de Argillo que, finalmente, pasará a manos públicas y tendrá como beneficiario al propio organismo autónomo. Así lo notificaron fuentes del departamento de Patrimonio en una carta remitida al consistorio en la que se afirma que "se considera necesario iniciar el expediente de expropiación forzosa". La noticia fue recibida en Morata con "una alegría muy grande", afirmaba la alcaldesa, Rosa M Aznar.

Poco antes de recibirse esta carta, el pleno del ayuntamiento había aprobado solicitar a la DGA la expropiación forzosa de este edificio y que el propio consistorio fuera el beneficiario. A pesar de que esta última característica no se va a cumplir, desde la localidad se considera muy positiva esta determinación. "El ayuntamiento está conforme porque el palacio pasará a una administración pública, lo que queremos es que no desaparezca y esto es una garantía", manifestó la alcaldesa.

A partir de aquí se inician los trámites del expediente para expropiar el palacio y, con posterioridad, se deberá realizar la inversión más fuerte para su rehabilitación. "Cuando todo termine, creo que el uso del palacio debe ser municipal", dice Aznar sobre lo que, en su opinión, debe ser un acuerdo entre la DGA y el pueblo para determinar las funciones del edificio.

Según se refleja en el escrito remitido por la dirección general de Patrimonio, que preside Jaime Vicente Redón, "una vez expropiado, el Palacio precisará la realización de obras que, seguramente, excederán las posibilidades económicas del ayuntamiento. Por ello se considera conveniente que concurran en esta administración autonómica las cualidades de sujeto expropiador y beneficiario"

Rosa Aznar destacó la buena disposición del nuevo director de Patrimonio, con quien la alcaldesa de Morata mantuvo una entrevista en septiembre acompañada por la portavoz socialista en el ayuntamiento, Cristina Andrés Ostáriz. Las representantes municipales mostraron diversas fotografías del palacio tras un fatídico año, en el que se han abierto dos agujeros en el tejado, para justificar la necesidad de que el inmueble pasara a manos públicas.

Poco después, la corporación municipal aprobaba solicitar esta expropiación forzosa y que la construcción pasara a manos del ayuntamiento, aunque éste no podía hacerse cargo del volumen de inversión necesario para su reforma. El siguiente paso será que la adquisición del edificio se incluya en los presupuestos autonómicos.