Alberto Sanmartín viajó por primera vez a la cordillera del Himalaya en la primavera de 2004, haciendo una travesía por el valle del Kumbu y ascendiendo a algunos de las cimas de esta cordillera. Desde entonces ha regresado otras dos veces a la zona, la última en la primavera de 2005, en la expedición al Dhaulagiri comandada por Carlos Pauner.

Sus ascensos al "valle de las nieves" no han sido el único reto que Alberto ha querido asumir en sus expediciones a la montaña y, vinculado al programa deportivo, el montañero colabora en un proyecto de ayuda a los niños de Patán, una ciudad situada en en nepalí valle de Katmandú.

Allí, con la ayuda de personas autóctonas, gestiona un orfanato en el que viven 17 niños con edades comprendidas entre los 2 y los 10 años y que cuenta con su propia escuela.

Parte de la financiación de este proyecto socioeducativo se realiza a través de las propinas del bar del que Sanmartín es propietario en Zaragoza, la cafetería Tibet, situada cerca de la plaza San Francisco.