Llegará la tormenta que anuncia el cielo... Así dice la banda sonora de Expo Zaragoza 2008 que el grupo Amaral ha adaptado de una canción compuesta por Bob Dylan hace 40 años. La letra de la canción hace referencia a la destrucción de los bosques y los océanos, el comercio de armas, el hambre, las guerras, el desencuentro de la humanidad... El mensaje sigue vigente en la actualidad, la problemática no ha cambiado, lo cual debería hacernos reflexionar y replantearnos si verdaderamente hemos crecido y desarrollado, avanzado tanto como imaginamos o creemos.

Son ilusionantes y admirables las propuestas de la Expo 2008 con las que construir la nueva relación de los seres humanos con el agua Pero hasta ahora, el agua ha sido y sigue siendo una fuente de conflictos. Separa y enfrenta a los pueblos (más de 30 países tienen conflictos bélicos originados por el agua), no sólo a los países, también a las diferentes comunidades de una misma nación o a los pueblos de una misma provincia. No hemos sido capaces de consensuar un gran pacto por el agua, de llegar a acuerdos duraderos de su uso y disfrute. Por ahí deberíamos empezar. Mantenemos posturas que rozan la hipocresía, nos oponemos a los trasvases que detraen caudales fuera de nuestra comunidad --esquilmando y empobreciendo a las poblaciones a las que se les roban los recursos--, pero consentimos los trasvases dentro de nuestro territorio con los mismos objetivos y originando las mismas consecuencias.

Que el agua nos preocupa es una verdad a medias; tan solo si escasea y la sequía hace estragos, entonces nos inquietamos, para olvidarnos tras un periodo de lluvias. Mientras, seguimos contaminando los ríos y acuíferos, invadiendo y destrozando las riberas y humedales, derrochando un recurso por el que pagamos un precio muy bajo...

ROBERTO DEL VAL