De las tres entradas que daban acceso al antiguo recinto amurallado de Almonacid es el Arco de San Antón el más conocido por todos los visitantes dada su ubicación. Es fácilmente visible desde la plaza de San Nicolás, corazón de la actividad diaria de la villa y el acceso más directo al casco antiguo de la localidad.

Desde el Ayuntamiento de Almonacid se detectó que todas las viguetas de madera del forjado de la edificación se encontraban con una flecha demasiado acusada y una de las viguetas centrales había partido en el punto de mayor flecha, presentando un importante riesgo de desprendimiento.

Para evitarlo el consistorio ha realizado dos refuerzos metálicos de forma que acorten la luz de trabajo de las citadas viguetas, calzando con falcas de madera las existentes y empresillando con llanta de acero la vigueta de madera que ha partido de manera que trabaje como una viga cajón.