España es un país netamente exportador de frutas y hortalizas. 2020 se cerró con más de 53.000 millones de euros de exportaciones agroalimentarias, y con un superávit que superó los 17.805 millones. Las exportaciones hortofrutícolas fueron de 16.904 millones de euros.

Valdejalón es una de las comarcas frutícolas más importantes de Aragón y también de España. La diversidad de nuestros frutales, junto con la expansión de los cultivos hortícolas, hacen de esta comarca una zona de relevancia para la hortofruticultura aragonesa. Hemos de recordar que Aragón es el principal productor de cereza y también de melocotones y nectarinas de España. Los agricultores de Valdejalón han sabido innovar, implantar las mejores variedades, los sistemas de riego más eficientes, las técnicas agronómicas más novedosas y al mismo tiempo han sabido adaptarse para minimizar los impactos ambientales de su actividad.

Toda esta riqueza no se puede generar sin agua. Durante décadas en la zona se ha reivindicado el embalse de Mularroya para asegurar el futuro de los cultivos de regadío, puesto que el embalse de la Tranquera, en años de sequía, no puede satisfacer la demanda. Y hemos de ser conscientes que con el cambio climático se vaticina que en el área mediterránea va a llover menos y además de forma más irregular. Por lo tanto, tener infraestructuras de almacenamiento será vital para el futuro de nuestros pueblos y de nuestro desarrollo.

Las demandas de la Comarca de Valdejalón con relación al embalse de Mularroya vienen de lejos. De hecho, las reivindicaciones llevadas a cabo, consiguieron que se modificase el trazado de la A-2, para facilitar que se pudiera construir en el futuro el embalse.

Mularroya es vital para el futuro de la comarca. El Ministerio de Transición Ecológica y Reto Demográfico ha de velar por las cuestiones medio ambientales de una forma integral y holística, también por la vida en el medio rural. Nos alegramos de que al final este ministerio no haya renunciado a la finalización de esta infraestructura, y haya presentado recurso de casación ante el Tribunal Supremo cuando es vital para una comarca, que afortunadamente ha conseguido mantener la población gracias a un sector agropecuario, industrial y de servicios que ha creado un tejido social, económico, cultural y medio ambiental, con fuertes conexiones intramunicipales e intermunicipales, pero que sin el embalse puede ver comprometido su desarrollo futuro.

La presa del futuro embalse de Mularroya ya está construida casi en su totalidad. | PLATAFORMA MULARROYA

Mularroya es más que un embalse. Es la creación de una reserva de agua, con los excedentes del Río Jalón, que permitirá almacenar el líquido elemento para los usos agropecuarios, de la industria y de los servicios. Sus 100 hm3 garantizan el futuro de la Comarca de Valdejalón, y mejoran la situación de los pueblos existentes entre el embalse de la Tranquera y el vaso de Mularroya. Con ambos embalses, se reduce el riesgo de padecer carencia de agua en las dos comarcas: Valdejalón y Comunidad de Calatayud. No debemos olvidar que estamos en un clima mediterráneo de precipitaciones irregulares y elevadas temperaturas en verano. Si en su momento no se hubiese construido el embalse de la Tranquera, el valle del Jalón sería probablemente un desierto demográfico como otras comarcas aragonesas.

La Directiva del agua establece unas directrices ambientales y de calidad de las aguas que hemos de cumplir. Pero no debemos olvidar, y la pandemia ha demostrado nuestras enormes debilidades, que Europa ha apostado por ser capaz de producir alimentos para todos sus ciudadanos, dentro del marco del Pacto Verde. Y para producir alimentos de manera competitiva y rentable para los agricultores, el agua es vital. Sin agua, en un valle del Ebro, en gran parte de clima semidesértico, las producciones en muchos casos son escuálidas y carecen de rentabilidad. El regadío es capaz de producir entre 4 y 6 veces más por unidad de superficie y como dice quien fuera Ministro de Agricultura, Jaime Lamo de Espinosa: «la agricultura será de regadío o no será».

El agua es vida, y el regadío de tierras fértiles como las de Valdejalón es la herramienta que permite optimizar la producción por litro de agua consumido. La Tranquera supuso un gran cambio para parte de la comarca de Calatayud y la de Valdejalón. Mularroya, sin duda, contribuirá a hacer más grande a esta comarca, y por ende a Aragón, y además, servirá para aumentar la población, con el asentamiento de industria, agricultura de gran valor añadido, y todos los servicios que se generan alrededor.

Sería un oprobio enterrar los 133 millones de euros invertidos de todos los españoles, más los que costaría demoler la presa, por cuestiones más formales que de fondo. Es un lujo que no nos podemos permitir.

Por otra parte, a la justicia habría que pedirle que ante este tipo de obras, cuyo coste es elevado, tomase las decisiones tanto a favor como en contra de su construcción en menos tiempo. No es de recibo, que una obra pública de interés general se paralice cuando ya está construida y se han invertido 133 millones de euros.

Ni las especies de fauna y flora de la comarca, ni sus hábitats, ZEPAS o ZEC, se verán afectados por impactos de carácter tan crítico que dicho embalse sea un lastre insalvable. Más bien al contrario, el agua es el elemento que sirve para el desarrollo de la flora y la fauna de la comarca.

El río Jalón está vivo y seguirá vivo cuando el embalse entre en funcionamiento, puesto que como está previsto, se utilizarán aguas sobrantes, que se trasladarán desde el río, mediante un túnel de trece kilómetros hasta el vaso del embalse.

¡Mularroya es necesario para Valdejalón y para Aragón!