La residencia Santa María de Cabañas de La Almunia acaba de estrenar una sala de estimulación multisensorial dentro de un proyecto de mejoras para los usuarios que se ha llevado a cabo con fondos Next Generation. La consejera de Ciudadanía y Derechos Sociales, María Victoria Broto, asistió a la inauguración de este espacio acompañada por la presidenta de la Comarca de Valdejalón, Marta Gimeno; el diputado provincial Francisco Compés; la alcaldesa de La Almunia de Doña Godina, Marta Gracia, el primer teniente alcalde, Juan José Moreno; la concejala de Bienestar Social, Zita Chioreanu; y el director de la residencia, Alejandro García.

La residencia Santa María de Cabañas es un centro gestionado por un consorcio del que forman parte el ayuntamiento y la parroquia que está trabajando para aplicar en sus instalaciones el Plan del Mayor, que tal y como indicó Broto, supone «un modelo de gestión centrada en la persona».

En concreto, la residencia Santa María de Cabañas recibió algo más 20.000 euros de subvención de los Fondos Next Generation para un proyecto que ha tenido un presupuesto global de 33.000 euros.

CENTRADOS EN LA PERSONA

La atención centrada en la persona es precisamente la línea de trabajo que se está siguiendo en la residencia Santa María de Cabañas. Para ello, explicó su director, «el modelo que se aplica es que los mayores sean, realmente, quienes ejerzan el control sobre los asuntos que les afectan, potenciando así su autonomía y autodeterminación».

De esta forma, el pasado año el centro realizó una inversión para crear una sala de estimulación multisensorial y adquirir «camas fondo o Alzheimer». El objetivo principal es crear espacios seguros, cálidos y accesibles consiguiendo un mayor bienestar reparador. Junto a estas medidas, se combinan terapias farmacológicas con terapias no farmacológicas para retrasar el deterioro y mejorar la calidad de vida de los residentes.

Asimismo, el uso de elementos y entornos multisensoriales como herramienta terapéutica permite mejorar el estado emocional y conductual de los mayores y supone un apoyo a la medicación y la disminución del uso de medidas de contención físicas (cinturones y barandillas) y químicas.

Todo ello se completa con la programación de actividades para los residentes que pretenden evitar los sentimientos de frustración e inseguridad, así como el aislamiento, desconexión de la realidad u alteraciones conductuales.

Este plan de trabajo ha permitido cambiar las características del centro, destruyendo barreras que impidan la autonomía y el bienestar de las personas, reduciendo las limitaciones y contribuir a compensar la evolución de la enfermedad.

En concreto, la adquisición de estas camas especiales evitará lesiones y caídas, y mejorará la movilidad, facilitando el cambio postural y un periodo más largo de descanso.

Siguiendo con el mismo objetivo, la implantación de la sala multisensorial permite trabajar con los residentes que presentan un deterioro más grave, una agitación de conducta, provocándoles estimulación acorde a sus necesidades, a través de proyecciones de escenas y estimulación táctil, sonora, olfativa y visual, favoreciendo así una estancia más relajada y favorecedora a su estancia.