Los municipios de Valdejalón celebraron el pasado 31 de octubre la Noche de Difuntos, Noche de las Ánimas, o como es conocida más recientemente, Halloween.
En Alpartir celebran la noche de las ánimas siguiendo la tradición aragonesa. Los actos comenzaron con un pasacalles de terror en el que niños y niñas recogieron las chuches por las casas. Luego se realizó una chocolatada, seguida de taller de maquillaje y disco móvil. Y por la noche, fue el turno de los adultos con una gran fiesta en el bar La Carrasca que se alargó más de lo previsto. Era la primera vez que el ayuntamiento organizaba los actos de la noche de las ánimas y fue un éxito, por lo que se espera que en los próximos años vaya a más.
En Bardallur, la tradicional noche de Halloween contó con una gran animación en las calles. Muchos vecinos adornaron sus casas para la ocasión, la Asociación Amigos de Bardallur se ocupó de preparar las calabazas y el ayuntamiento organizó un pasaje del terror en el pabellón municipal.
En Calatorao estaba previsto un pasacalles con espectáculo pirotécnico para Halloween, pero por la meteorología no pudo ser y se celebró en el pabellón. Tres actores, uno de ellos zanquista, contaron historias y realizaron juegos y bailes para todos los asistentes que acudieron con su disfraz.
En Épila se realizó en el Palacio del Conde de Aranda un pasadizo del terror en el que participaron cerca de 400 personas. La actividad fue posible gracias a la Concejalía de Festejos del consistorio y a todos los voluntarios y voluntarias miembros de la Comisión de Fiestas que colaboraron.
En La Almunia de Doña Godina, la Asociación Juvenil La Peña organizó una fiesta de Halloween el sábado 29 de octubre en el patio del colegio Florián Rey.
En el municipio de La Muela, más de 900 personas disfrutaron del pasaje del terror que se organizó con motivo de la Noche de las Ánimas de la localidad.
En Morata de Jalón, con motivo de la festividad de Halloween y Todos los Santos, el AMPA del colegio Lucas Arribas preparó para todas las edades un pasadizo del terror en el centro cívico municipal.
En Plasencia de Jalón, la celebración de la tarde noche de las ánimas o Halloween comenzó con taller de calabazas y pintacaras para los peques, seguido de un multitudinario pasacalles con recogida de caramelos, para finalizar con una cena de brasas en el polideportivo y disco móvil.
En Ricla, el 30 de octubre en la ludoteca, el taller de maquillaje terrorífico del pintacaras organizado por el consistorio fue el complemento ideal a los numerosos disfraces que llevaban los chavales. Y el 31 de octubre hubo animación familiar en La Pista que hizo las delicias de los más pequeños. No faltó la tradición del truco o trato y, al final de la tarde, todas las calabazas que portaban los chicos estaban a rebosar de caramelos y diferentes dulces.
En Rueda de Jalón el último fin de semana de octubre se celebró un taller de calabazas en el que los participantes vaciaron calabazas, las esculpieron con caras burlonas y las iluminaron con velas en el interior. Es una tradición de la llamada Noche de las Ánimas con orígenes que se pierden en el tiempo, de mucho antes de que aquí se vieran las películas de Hollywood. Pero como la tradición no tiene porqué estar reñida con las nuevas modas, la noche del 31 de octubre los niños recorrieron las calles de Rueda de Jalón pidiendo caramelos disfrazados de personajes terroríficos.
