RECREACIÓN MEDIEVAL

Salillas de Jalón celebra las fiestas de Santa Quiteria por todo lo alto

Un sinfín de actividades llenaron las calles del municipio con motivo de la festividad

Los vecinos pudieron disfrutar de la música, la comida y el ambiente durante todo el fin de semana.  | @EUPHOTOPASION

Los vecinos pudieron disfrutar de la música, la comida y el ambiente durante todo el fin de semana. | @EUPHOTOPASION / la crónica cronicas@aragon.elperiodico.com

La Crónica

Los vecinos de Salillas de Jalón celebraron el fin de semana del 19, 20 y 21 de mayo las fiestas de Santa Quiteria y la Recreación Medieval.

La jornada contó con una representación medieval que fue interpretada ante más de 250 espectadores.  | @EUPHOTOPASION

La jornada contó con una representación medieval que fue interpretada ante más de 250 espectadores. | @EUPHOTOPASION / la crónica cronicas@aragon.elperiodico.com

Tras una semana en la que el viento había sido persistente, el viernes parecía querer imponerse a la celebración, provocando algunos contratiempos. Aun así, con pequeños cambios obligados por la meteorología, la Orden Hospitalaria de San Juan de Jerusalén pudo «vender» la villa a la familia López de Rueda ante más de doscientos cincuenta espectadores a pesar del viento y el frío. Después, hubo un concierto a cargo de los Músicos de Bogdan, y para finalizar esta primera jornada, el abrigo del pabellón hizo que los vecinos se tomaran la revancha con la discomóvil Stuttgart que los hizo disfrutar hasta el alba.

Con la Peña La Peta a cargo del almuerzo se abría la jornada del sábado que, tras dar un respiro inicial, se fue enrevesando con el avance de la mañana. Con alguna incertidumbre, los puestos del mercadillo, incluida la tetería, y las jaimas de los vecinos, iniciaban la jornada aportando colorido y diversión, completada con la música de los pasacalles. La animación y el viento ascendieron en paralelo, lo que no fue impedimento para que, como antesala de la exhibición de la tarde, los ejemplares de aves de Mi rosa de los vientos, cetrería pasearan por el mercado para admiración de todos.

Tras un sainete de pícaras muy celebrado, representado por vecinos de la localidad, el optimismo y el color volvió a inundar las calles del pueblo en el que la Peña El Clan desarrolló su taller de decoración de escudos para los peques. Todo ello acompañado por el sonido del tren lúdico, que durante todo el día estuvo recorriendo la villa, la animación de las ventas en el mercado, y la hora del vermú en los bares y la tetería con las terrazas y jaimas a rebosar.

El escenario, con algunos romances de la villa, acompañados con música y con el reparto de sangría ofrecido por la Peña La Tranca, avanzaba ya que el viento irremediablemente había perdido la batalla. Se certificó en la calle Mayor, con varias versiones de cucañas para los niños, organizadas por la Peña Chinica-Chana, donde más de un centenar de vecinos y visitantes disfrutaban con el divertimento de los pequeños. Y se ratificó en el Torreón, cerrando el círculo, con la exhibición de cetrería en la que más de doscientas personas disfrutaron de las evoluciones de las aves.

Tras ello, continuó la diversión y la fiesta, con el Hechicero Cuevero que leía la buenaventura, más animación musical y las últimas ventas del mercado que cerraron el apartado medieval de las fiestas.

El domingo, ya con el viento totalmente rendido y un día espléndido, todo el pueblo se volcó en la procesión en honor a la Santa para ver a sus danzantes palotear ante la Virgen (acompañados por los gaiteros de Os Mochales), que arrancaron numerosos aplausos y alguna que otra lagrimilla en una tradición que volvía a disfrutarse después de muchos años de ausencia.

El cierre de oro por la tarde lo puso la actuación de Anabel González, vecina y finalista del programa de Aragón Televisión Jotalent, con un pabellón abarrotado y rendido a sus canciones.

Y así finalizaron unas fiestas vividas en la calle, a pesar del tiempo, y unas fiestas que dejan en el aire la promesa de seguir esforzándose por hacerlas igual o mejor los próximos años.