Las viejas viviendas sindicales de Balsas de Ebro Viejo, situadas junto al parque del Tío Jorge, van a beneficiarse de un lavado de cara que las dotará de nuevos espacios de reunión y de una revitalización del comercio. El plan nace paralelo al anuncio de una futura recalificación de los 12.159 metros cuadrados de suelo que el Instituto de Formación Empresarial y Técnica (IFET) (Cámara de Comercio).

Este proyecto de renovación, en fase de gestación, que prevé aumentar la densidad de población no ha sido bien recibido por un sector de los vecinos que constituyen la Cooperativa Sindical de la Vivienda de Zaragoza, que consideran que los planes de mejora se hacen de espaldas a sus reivindicaciones y necesidades. "Balsas no necesita más comercio, puesto que nuestra proximidad con el Arrabal hace que estemos cubiertos en este tema", señala Guadalupe Núñez, residente en el barrio desde su construcción en los años 70 en terrenos urbanizados por el Ministerio de la Vivienda.

La denuncia del grupo de residentes señala que el "macroplan presentado por los arquitectos Olano y Mendo y el ayuntamiento hace tabla rasa, y convierte a la Margen Izquierda en una sola zona y para ello prescinde entre otras cosas del colegio Eugenio López y López, del centro de jubilados de Balsas y de parte del parque del Tío Jorge".

Para llevar a cabo este plan, según los planes iniciales, las viviendas de Balsas tienen que entregar al ayuntamiento todas las zonas intermedias y peatonales y aceptar más densidad de población, pues en esas zonas se han previsto aparcamientos. En este sentido, lamentan que se haya afirmado que la titularidad de esas zonas es dudosa, puesto que según señalan, "al comprarse originariamente el terreno en su totalidad parcelado, es propiedad de la cooperativa, es decir, de los vecinos, y es algo que tenemos perfectamente escriturado, según se puede comprobar en el Registro de la Propiedad". Este sector crítico de los vecinos lamenta que la asociación representativa "no está actuando ante los cambios que se avecinan".

Desde el ayuntamiento aseguran que todavía se está hablando de un plan director en el que se presentan los proyectos que se pueden terminar realizando, pero que el camino hasta que se concrete en un Plan Parcial será lento y con plazos para que los vecinos presenten sus alegaciones. Además, antes de abordar aspectos que modifiquen la fisonomía del barrio se procederá a la rehabilitación de las viviendas.

Agustín Puerta, miembro de la cooperativa señala que en Balsas no pretenden quedarse como estaban. "No nos oponemos a la revitalización, solo queremos que atiendan las necesidades de la zona".