El Ayuntamiento de Zaragoza se encargará del cerramiento de las naves abandonadas del entorno de la avenida Cataluña después de que los propietarios de las mismas hayan hecho caso omiso al ultimátum dado por Urbanismo por el que se les exigía tapiar los accesos a las mismas.

Así, será el consistorio quien se encargue de estos trabajos, que en principio se iniciarán en estos días, una vez que los técnicos municipales finalicen la valoración económica de los mismos. Un coste que se recuperará porque se les cobrará a los dueños de estas fábricas que llevan años sin actividad y que se han convertido en refugio de indigentes. Los vecinos llevan años denunciando la situación, al ser la zona un foco de suciedad e inseguridad, por actos vandálicos y trapicheo de drogas.

El ayuntamiento adelantará el dinero, pero la indiferencia de los propietarios de estas fábricas no quedará impune. Fuentes oficiales de Urbanismo señalaron que "ya se les ha incoado un procedimiento sancionador" a todas ellas y podrían ser sancionadas "con multas de 2.000 euros" por no hacer frente al un cerramiento.

La presidenta de la asociación de vecinos Ríos de Aragón, Mª Luisa Gómez, valoró positivamente la actuación, aunque mostró dudas respecto a los plazos de ejecución de las obras.