Las previsiones de la cosecha en la Denominación Campo de Borja se estiman en 26.700.000 kilos, lo que representa un 20% de incremento con respecto a la producción recogida el pasado año. Este fuerte incremento de producción se debe a las especiales y favorables condiciones climatológicas que han reinado en estos meses anteriores, y por ello "si todo se mantiene en los mismos parámetros de clima y de sanidad estaremos ante uno de los años históricos no sólo en cantidad, sino en calidad, que es en definitiva el verdadero argumento de la viticultura en la Denominación", explica el presidente del Consejo Regulador, Pedro Aibar.

Hay motivos de optimismo en el sector, pero ello no esconde que al crecer notablemente la producción se producirá "una notable competencia, ya que en todas las áreas productivas han crecido las cosechas, y ello nos obligará a fijarnos aún más si cabe en los conceptos de calidad como ejes de nuestra comercialización en todos los mercados", apunta Aibar. Paralelamente, reconoce que como hecho histórico, en muchas décadas no se conocía que La Huecha se desbordase en su parte alta, dando muestras de la importancia que las lluvias han tenido para las explotaciones, con un grado de humedad muy satisfactorio. "Si se mantienen estas circunstancias, al final se podrían concretar las citadas estimaciones de cosecha y de calidad, que es lo que verdaderamente me preocupa", alude Pedro Aibar, con un enorme grado de prudencia, a pesar de estar a tan sólo dos meses de la vendimia.

Junto a ello, en lo que va de año, el mercado ha respondido bien con los vinos de Campo de Borja, dando muestras de su competitividad en España y en el exterior, sobre todo en Europa, donde las denominaciones nacionales están haciendo un gran esfuerzo inversor y publicitario.