Como marca la tradición, el pasado 23 de octubre Bureta celebró la Purísima Votada, una curiosa tradición que se celebra desde hace 169 años tras un voto hecho por el pueblo y que año tras año duplica su población, de 350 habitantes. En esta edición, Javier Lambán, presidente de la DPZ, visitó la localidad invitado por el alcalde de Bureta, Julián García Arellano.

La fiesta dio comienzo a las seis de la mañana con los "auroros", continuó con la diana con la Banda de Música de Ainzón y después la misa y procesión de la Purísima Votada. A las once, la plaza de la iglesia se llenó de gente arrodillada y los miembros de la corporación municipal sacaron a hombros a la Virgen para conducirla hasta la primera casa. A partir de aquí los vecinos condujeron a la Virgen de casa en casa por todo el pueblo.