Marina Badía, nacida el 6 de noviembre de 1990, y natural de Mallén, finalizó sus estudios de Comunicación Audiovisual en la Universidad Complutense de Madrid en el 2013. Actualmente, la joven realizadora está viviendo en Nueva York y en septiembre ganó el premio a la mejor idea original por su cortometraje Waist Up en el Independent Horror Movie Awards 2015, seleccionado también en Los Angeles CineFest, Visionaria y Virginia Independent Horror Film Festival, entre otros certámenes.

Desde el Ayuntamiento de Mallén felicitan a Marina por sus logros y la animan a que siga ampliando su currículum en Nueva York y puedan seguir compartiendo con ella estas alegrías.

--¿Cuál fue su primer trabajo en el mundo audiovisual?

--Llevo varios años dedicándome al mundo audiovisual y entre los primeros encargos hubo bodas, videoclips, documentales y spots publicitarios, entre otros trabajos.

--¿Qué ha supuesto ganar este último premio en la ciudad de los rascacielos?

--Hacer un cortometraje en otro idioma, otro país, con un equipo de personas que no conocía antes y actores internacionales supuso para mí un reto muy grande que afrontar, por lo que recibir este reconocimiento me ha dado muchas fuerzas para seguir creando piezas audiovisuales aquí.

--Sabemos que no es el primero que gana, de hecho este mismo año ganó el premio del público en el Festival Cine y Mujer 2015 con el cortometraje 'Antonia'. Además de estos dos premios, ¿hay alguno más en su curriculum que quiera destacar?

--En 2012 el cortometraje Fate que hice con Marta Pérez fue seleccionado para una instalación dirigida por el cineasta danés Lars Von Trier y presentado en el Copenhagen Art Festival. Ese fue el primer premio internacional que recibí y a partir del cual empecé a hacer otros trabajos.

--¿Cuál es el motivo por el que decidió marcharse hasta Nueva York?

--Ante la falta de posibilidades profesionales en el sector audiovisual en España, decidí venir a Estados Unidos. Aquí, en Nueva York especialmente, hay mucha competencia en el sector audiovisual, tienes que esforzarte mucho y dar lo mejor de tí misma para poder estar a la altura de todos los que intentan dedicarse al mundo del cine en esta ciudad. Pero la mentalidad americana del puedes hacerlo hace que estando en esta ciudad no exista en tí el miedo a fallar, por lo que anima y empuja a seguir pensando en nuevas ideas y proyectos.

--Habla de la cultura americana del "puedes hacerlo", de que "no hay miedo a equivocarse". ¿Cree que en España los fallos están penalizados y la gente no se arriesga?

--No, pero creo que culturalmente se le da mucha más importancia al "qué dirán" en España que aquí, y puede que por eso haya más miedo al fracaso. Aquí da igual que seas bueno o malo en lo que te propongas, confían en que el intentarlo mil veces es la mejor táctica para alcanzar lo que buscas.

--Con 24 años se plantea irse a Nueva York, ¿hay algo que le frenó a la hora de cruzar el charco?

--La distancia. He estado viviendo fuera de casa desde los 17 años, pero estar a ocho horas de avión de tu familia y amigos durante tanto tiempo es más difícil de lo que pensaba. Aún así, he tenido la suerte de encontrar aquí a personas maravillosas que hacen que esta experiencia sea una de las mejores de mi vida.

--¿Quiénes han sido sus mayores apoyos para lanzarse a esta aventura?

--Mis padres y mi hermana siempre me han apoyado muchísimo aunque sean los que peor llevan que estemos tan lejos, aún así siempre me han impulsado a empezar aventuras que consideran enriquecedoras para mi.

--¿Cuáles son sus nuevos proyectos?

--Después de haber hecho cinco cortometrajes siento la necesidad de lanzarme a hacer un largometraje aquí en Nueva York. Este es uno de mis grandes retos para el 2016.

--¿Se ha planteado una fecha para volver a España?

--Quiero volver a finales del 2016 para intentarlo allí. Si veo de nuevo que no sale nada, barajaré destinos de nuevo, pero esta vez por Europa.

--¿Hay alguna anécdota que quiera compartir de su estancia en Nueva York?

--Más que anécdotas, lo curioso es cómo se engrandecen las cosas que tenías en tu día a día cuando estás a 6.000 kilómetros de distancia. Sobre todo la comida. He llegado a pagar cuatro dólares por una supuesta croqueta de jamón que no sabía a nada por quitarme la pena de no poder tener croquetas de mi tía Irene para cenar.

--Por último, ¿qué le recomienda a los jóvenes de hoy en día?

--Sobre todo que se arriesguen y luchen por lo que quieren conseguir, los jóvenes tenemos toda la energía del mundo y no debemos desaprovecharla. Así que cualquier ocasión que os surja, no la dejéis pasar de largo.