Magallón celebró el domingo 12 de septiembre la quinta edición de su feria agroalimentaria Saborea Magallón, el escaparate de los vinos y aceites de la localidad. La muestra, que pretende poner en valor los productos de la zona e impulsar la economía local, tuvo lugar de 11.00 a 15.00 horas en el parque del río Huecha. Además, en esta edición se dedicó un homenaje a vecinos magalloneros que han trabajado por potenciar y mejorar la calidad de estos vinos y aceites, con la distinción ‘Caraues’.

Chueca destacó el papel del vino y el aceite local. |

Saborea Magallón nació en 2015 y es una herramienta de promoción agroalimentaria potenciada por el ayuntamiento de la localidad que, en estrecha colaboración con las bodegas y almazaras de la zona, pretende lanzar y mostrar al mundo la gran calidad de sus dos productos estrella que son el vino y el aceite», destacó el alcalde de Magallón, Víctor Chueca, en la presentación de la feria, que tuvo lugar en la Diputación de Zaragoza. «El mundo de la viticultura para Magallón es cultura, es tradición, y es una forma de vida histórica. Por ello, el objetivo que siempre hemos tenido ha sido el de intentar aportar nuestro granito de arena a mejorar la economía de esas 300 familias del municipio que viven del mundo del vino y del aceite», recalcó.

La música acompañó a las actividades realizadas en la nueva edición del evento gastronómico. | SERVICIO ESPECIAL

Durante cuatro horas y rodeados de un ambiente enoleogastronómico los asistentes pudieron disfrutar de la presencia protagonista de los vinos de las bodegas magalloneras de la DO Campo de Borja acompañados de sus enólogos: Bodegas Ruberte, Bodegas Aragonesas, Cooperativa Santo Cristo de Magallón, Bodega Picos, Bodega Pagos del Moncayo, así como de los aceites de oliva virgen extra de la zona, pertenecientes a la DO Aceite Sierra del Moncayo.

«Como novedad para esta edición, se llevó a cabo una cata de uva en la que pudieron probar garnacha blanca y garnacha tinta para ver las diferencias que hay entre ellas e intentar explicar la importancia que tiene la maduración de la uva», explican. Una uva totalmente fresca, recogida esa misma mañana en el campo.

El evento que fue controlado por una empresa de seguridad, cumplió con todas las medidas de prevención por el covid, el parque se acotó en un centenar de parcelas, y los asistentes pudieron seguir las catas en grupos de diez personas y a través de varias pantallas de plasma que se ubicaron en diferentes zonas del parque.