En los meses de marzo y abril se ejecutaron algunos trabajos de reparación de infraestructuras dañadas por la riada de diciembre del año pasado. Las actuaciones de reparación de infraestructuras de riego contaron con una dotación de unos cuatro millones y fueron divididos en 10 contratos de adjudicación, siendo el primero en ponerse en marcha el de la zona de Novillas en ambas márgenes.

Dicho contrato contempla la limpieza de gran parte de las acequias afectadas por la riada y el entubado de varios metros de líneas de riego. Actualmente, según fuentes municipales y del Gobierno de Aragón, el riego ya es posible en la práctica totalidad del municipio, habiendo sido esta una de las zonas en las que antes se ha conseguido esa total operatividad.

«Aunque los trabajos en riegos están ya muy avanzados, falta mucho por hacer», señaló Abel Vera, regidor de la localidad ribereña. Y es que las motas de protección destrozadas durante el episodio extraordinario todavía no han sido reparadas de manera definitiva. «Se han puesto algunos parches, pero las soluciones definitivas no llegarán hasta el verano», destacó Vera.

Hasta ahora, solo se han llevado a cabo 59 actuaciones provisionales en toda la cuenca –tres de ellas en Novillas–, y aunque la Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE) ha elaborado un plan de actuación en 370 puntos de toda la ribera tiene previsión de que se ejecuten entre los meses de junio y septiembre. Así es que tanto los vecinos de Novillas como los del resto de municipios afectados ven con inquietud y preocupación cómo las obras se retrasan sin que puedan tener seguridad de cara a una nueva cosecha.