Este año sí, los novilleros pudieron celebrar sus tradicionales fiestas de San Jorge. Con motivo de la festividad del patrón de Aragón, Novillas disfruta desde hace más de 40 años su día de un modo muy especial. Con una importancia casi tan alta como la que se le da a los patrones del municipio San Nicasio o la Virgen del Rosario.

La participación y el buen ambiente reinó durante las fiestas. |

Los actos comenzaron con un cuentacuentos para los más pequeños, patrocinado por la Comarca del Campo de Borja el jueves 21, en el que los niños no solo se lo pasaron bien, sino que aprendieron a jugar con las palabras y la importancia del uso del lenguaje a través de las mismas. El día siguiente estuvo dirigido a los más jóvenes principalmente, que a pesar de que el cielo amenazaba lluvias disfrutaron de un pasacalles con disco móvil por la tarde patrocinada por la Junta de Peñas, y una fiesta en el pabellón después de la medianoche.

El sábado fue el día principal de las fiestas. Tras la misa y la procesión en honor al santo, el grupo de Danzantes de Novillas alegró con sus músicas y bailes dicho recorrido. Todos los asistentes estaban invitados a tomar un vermú en la peña de La Caretica. Después, más de 200 personas se congregaron en el pabellón deportivo para degustar un rico rancho, que fue amenizado por la charanga de los Waldrapas con murgas, pasodobles y jotas. Acompañados de dicha charanga, los novilleros hicieron ronda de bares y peñas hasta las seis de la tarde.

El cielo dejaba caer unas pocas gotas y el viento corría fresco, pero eso no fue inconveniente para que todos volviesen a reencontrarse con la sensación de celebrar las fiestas en la calle. A las seis de la tarde tuvo lugar un encierro de vacas mansas en el que los más pequeños (y también sus padres y abuelos) pudieron disfrutar de la afición de sus mayores sin peligro y de un modo divertido.

Finalmente, todos los vecinos acudieron a la discomóvil del pabellón cultural que, a cargo de la Asociación Juyma, en sesión de tarde y noche, concluyó con un día de lo más concurrido en el municipio ribero. El domingo, a pesar de que las ganas de fiestas ya habían sido saciadas, también hubo un café concierto en el pabellón a cargo del Dúo Imperial, que puso el broche final a un fin de semana de lo más intenso.

Por fin, después de dos años de pandemia, se pudieron celebrar unas fiestas «más o menos normales en el municipio», que los vecinos disfrutaron hasta la última gota y con la vista ya puesta en julio y la festividad de El Puente, que este 2022 cumple ya 40 años.