La nieve ha cubierto de blanco la comarca en más de una ocasión a lo largo del último trimestre. La última nevada ha tenido lugar hace escasos días, concretamente en la noche del 18 al 19 de febrero, tras un considerable descenso de las temperaturas, ofreciendo una bella estampa invernal en todos los pueblos que conforman el Campo de Cariñena. Lo cierto es que, aunque la nieve y el hielo perjudican notablemente la fluidez del tráfico y suponen un considerable riesgo tanto para los conductores como para los peatones, además de congelar los termómetros, es un fenómeno que generalmente gusta a todo el mundo, especialmente a los más pequeños que aprovechan para jugar y organizar batallas de bolas.

Además, como dice un refrán popular Año de nieves, año de bienes . Y la verdad es que estas nevadas, unido a las lluvias caídas en los últimos meses, son bien recibidas en la comarca porque contribuirán a alimentar las reservas hídricas disponibles y a evitar problemas de agua para regadío en los meses venideros. Este aporte de agua resulta muy beneficioso para reponer el acuífero subterráneo y los manantiales del Campo de Cariñena que nutren los campos de cultivo, especialmente los cuantiosos terrenos destinados a cultivo de viñedos.

La temporada de invierno continuará durante unas cuantas semanas por lo que todavía se pueden sumar nuevas nevadas en este 2003.