Los días 19 de enero y 9 de febrero, tuvieron lugar en Vistabella los tradicionales ritos en torno a las hogueras en honor a San Antón y a Santa Águeda.

El fuego ha sido una de las formas que el ser humano ha utilizado a través de los tiempos como remedio para ahuyentar espíritus, luchar contra las plagas o preservar las cosechas. Ritos de origen pagano asociados al solsticio de invierno, que han sido difuminados por la cristianización de las costumbres.

Casi un centenar de vistabellenses, desafiando el oraje reinante y tras una suculenta cena en el pabellón municipal, prendieron fuego a las piras preparadas junto al Huerva, formadas principalmente con carrascas, el árbol más querido del lugar. Este es siempre un momento de unión entre los vecinos, en el que se fortalece el vínculo familiar, el sentirse verdadera comunidad y más intensamente en lugares pequeños como Vistabella.