La Comarca Campo de Cariñena fue una de las más afectadas por la DANA (Depresión Aislada en Niveles Altos) que dejó fuertes lluvias y tormentas que cayeron los días 1 y 2 de septiembre en buena parte de la provincia de Zaragoza dejando calles, casas y carreteras inundadas, así como importantes daños en varias localidades.
En pocas horas Cariñena recibió entre 60 y 110 litros por metro cuadrado en distintas zonas del municipio lo que provocó que se desbordaran los barrancos que cruzan el término y el agua entrara en el caso urbano inundando numerosas viviendas y comercios, además de la residencia de mayores, el edificio del matadero, la iglesia y la fuente vieja. La fuerza de la corriente provocó la rotura de las barandillas del conocido Puente del Oro, además de daños en caminos y también afectó al suministro de agua. Desde el primer momento se trabajó en la recuperación del abastecimiento, así como en la limpieza del pueblo. Los operarios municipales y los vecinos contaron con la ayuda de los bomberos y la maquinaria de la Diputación de Zaragoza, tanto del Servicio de Vías y Obras en las carreteras como del Servicio de Recursos Agrarios en los caminos. Además, el ayuntamiento contrató maquinaria privada para acelerar el arreglo de caminos ya que la localidad se encuentra en plena vendimia.
En Aguarón varias viviendas de las calles del Puente y de la Peña fueron anegadas y el agua llegó hasta los dos metros de altura. También se embozaron los desagües por el movimiento de masas de tierras, y hubo varias averías en el abastecimiento de agua tanto en la red principal como en las secundarias. Todos los caminos anexos al barranco del Plogar se vieron afectados, y están siendo reparados tanto con medios propios del consistorio como con ayuda de las máquinas de DPZ para dar servicio a las parcelas, ya que la vendimia ha comenzado, y muchos agricultores aún tienen las viñas anegadas de tierra y maleza. El barranco ya estaba en muy mal estado por la maleza del cauce, y ha quedado en peores condiciones con tapones en varios puntos.
En Aladrén la tormenta no fue tan fuerte como en Cariñena o Aguarón pero cayeron unos 70 litros en dos días y las calles parecían barrancos. Lo más reseñable fue un pedrusco que cayó en la carretera y que hubo que señalizar hasta el día siguiente en que se pudo retirar con la ayuda de los albañiles de Paniza que están en la localidad realizando una obra. No es la primera vez que cae una piedra de grandes dimensiones y desde el ayuntamiento han reclamado a la DPZ que estudie el tema para evitar daños mayores en el futuro. También han solicitado la reparación de varios caminos que se vieron afectados por las lluvias y que ya estaban en malas condiciones.
En Alfamén el cauce que linda al norte y oeste de la localidad, en el que confluyen el barranco de Las Planas y el barranco Imedio, se desbordó, entrando el agua en el casco urbano. El agua inundó varias viviendas situadas en el paseo Ramón Arribas, calle Juan Carlos I y calle La Iglesia. Además, todas las calles adyacentes se vieron afectadas por la entrada de agua y lodo, en concreto calle Altomira, plaza del Pilar, plaza Aragón, calles La Almunia, Concepción, Zaragoza, Ramón J. Sender, Monasterio de Piedra, Eras, San Isidro, Ebro …, además de las nombradas anteriormente. En el barranco el agua derribó una pared de una propiedad situada fuera del casco urbano y arrastró material con la consiguiente elevación del fondo y la pérdida de capacidad de absorción de nuevas avenidas. Los socavones de los laterales del barranco afectaron a los caminos en los que desapareció un vado asfaltado. Desde el ayuntamiento se van a realizar las actuaciones precisas para minimizar los daños y evitar que se produzcan males mayores que puedan afectar a bienes públicos o de particulares. En concreto, se va a intentar reparar aquellos elementos públicos de defensa frente a avenidas que se han visto afectados, así como la construcción de un nuevo vado para el cruce del barranco con la debida pendiente, y la retirada de parte de los arrastres que se encuentran en el cauce hacia las orillas del barranco para reforzarlas. Además, se va a solicitar autorización para intervenir en el Arroyo Cariñena o bien que sea la propia CHE la que realice las actuaciones precisas de refuerzo de márgenes y la mejora de los vados existentes para el tránsito de vehículos agrícolas.
En Cosuenda la tormenta fue similar a la que se produjo en 1999 que arrasó el pueblo. Llegaron a caer 100 litros por metro cuadrado en las zonas del Negreal y de los Collados del barranco de la Sierra, entrando agua y barro en muchas calles, además de destrozar caminos, acequias y provocar el corte de la carretera CV-406 por el levantamiento del asfalto. El barranco de la Sierra a su paso por el casco urbano no provocó afecciones porque está perfectamente canalizado, pero aguas abajo hacia la carretera Cariñena-La Almunia destrozó los caminos y los diques. También hubo daños en las fincas privadas. Desde el primer momento los vecinos agricultores con sus máquinas estuvieron limpiando la localidad, con la ayuda de los trabajadores municipales, a lo que luego se unieron las máquinas de la Diputación Provincial de Zaragoza.
En Encinacorba el agua provocó daños en caminos, en todos los pasos a nivel del río y en fincas próximas al cauce. En la localidad la tormenta afectó a los tejados y a los bajos de varias viviendas. También alguna tubería de agua potable se vio afectada aunque sin consecuencias para el suministro del pueblo. Además, el agua se llevó un depósito de 10.000 litros que se instaló en primavera para los agricultores, próximo al paso del río. Muchos vecinos colaboraron en la retirada de los árboles y troncos caídos, y en abrir el paso a fincas, antes de la llegada de las máquinas de la DPZ.
En Longares una tromba de 90 litros por metro cuadrado en apenas tres horas provocó el desbordamiento del barranco del Rudero. Varias viviendas ubicadas en el Camino de Villanueva, el Camino de la Estación y el Camino de la Cooperativa, así como alguna del casco urbano, sufrieron inundaciones, y fue precisa la intervención de los bomberos. Además, el agua desbordada cruzó también la carretera nacional, y la Ronda de la Villa se convirtió en un río, al igual que el Camino de Alfamén, donde algún vehículo quedó atrapado. Por si esto fuera poco, al día siguiente, otra tormenta de viento y granizo castigó al término municipal, con más de 300 hectáreas arrasadas, causando importantes daños en fincas agrícolas y caminos rurales, varios árboles caídos en parques y jardines, desperfectos en tejados de varias viviendas, y el desbordamiento nuevamente del barranco del Rudero en el Camino de la Estación. El Ayuntamiento de Longares contrató a varias empresas y autónomos para llevar a cabo los trabajos necesarios para devolver al municipio a la normalidad, que además estaba celebrando en esos días varios actos culturales y taurinos para suplir la suspensión de fiestas patronales. Además, una motoniveladora del parque de maquinaria de Recursos Agrarios de la Diputación de Zaragoza trabajó en el acondicionamiento de los caminos rurales del término municipal, que estaban en buenas condiciones a finales del mes de agosto tras los trabajos de conservación llevados a cabo precisamente por la maquinaria de DPZ, pero en los que lamentablemente ha habido que volver a actuar.
En Mezalocha la tormenta apenas afectó al casco urbano al margen de la tromba de agua, pero sí provocó importantes daños en las zonas del Campillo, Valhondo y las Isillas, donde se concentra la mayor parte del viñedo mezalochano que se vio afectado en torno a un 80% de su extensión, y que en algunos casos ha provocado unas pérdidas del 75% de la cosecha. Además, varios caminos del término también se vieron afectados al registrarse en poco más de un día cerca de 70 litros por metro cuadrado.
