Después de dos años sin fiestas de la Santa Espina debido a la pandemia, Longares ha recuperado este mes de mayo sus festejos con ganas, ilusión y mucha participación. El ayuntamiento y la Comisión de Fiestas prepararon cinco días con actividades para todos los públicos, entre el 6 y 10 de mayo, que contaron con unas condiciones meteorológicas excelentes.

Batucada festiva en Longares. |

Estas fiestas tradicionales se celebran en honor al Ecce Homo, obra del escultor Alonso Cano que fue donada a la iglesia de la villa en la segunda mitad del siglo XVII por el arzobispo de Granada e hijo adoptivo de Longares, Don Diego Escolano, y que cuenta con gran devoción por parte de todos los longarinos, así como de bastantes vecinos y vecinas de localidades cercanas.

Los festejos taurinos animaron la programación festiva. |

INTENSA PROGRAMACIÓN

Las celebraciones comenzaron con una concurrida fiesta de la cerveza que agotó las 400 entradas disponibles, seguida de una macrodiscomóvil a cargo de los Bankhunters.

La fiesta de la cerveza congregó a unas 400 personas. | SERVICIO ESPECIAL

El sábado se abrió con una sesión de juegos infantiles y continuó con festejos populares taurinos y la actuación de la orquesta La Fania Perfect. El domingo tuvo lugar la actuación de títeres de Teatro Arbolé, una batucada y una sesión de vaquillas. Precisamente la última res de la sesión, de nombre Rastrojera y perteneciente a la ganadería de Fran Murillo fue la protagonista ya que saltó la barrera de la plaza de toros y echó a correr por el recorrido habitual del encierro, lo que facilitó que en apenas un minuto fuese cercada en un callejón. Afortunadamente todo se quedó en un gran susto y solo hubo que lamentar dos heridos leves por contusiones.

El lunes se degustó una deliciosa merienda a base de bocadillos de beicon y queso realizada por los miembros de la brigada municipal y la AMPA del colegio público longarino, que estuvo amenizada por la Banda de Almonacid de la Sierra, formación que también se encargó de poner música al rosario general y al animado baile de la noche de la víspera.

El martes 10, día grande de las fiestas, tras la diana y la misa de Perosi cantada por el coro parroquial, los vecinos se trasladaron al pabellón municipal para disfrutar de un suculento aperitivo popular. Por la tarde, tras un encierro de reses bravas, la Asociación de Mujeres Virgen de la Puerta preparó en la plaza una chocolatada para endulzar la tarde y poner el broche final a unas brillantes fiestas de la Santa Espina, que dejaron claro que los longarinos y longarinas no han perdido las buenas costumbres en todo este tiempo.