Los fines de semana y festivos desde el 30 de abril hasta el 30 de septiembre se puede disfrutar de visitas guiadas a la ermita de Muel, siendo los horarios: 10.15, 11.15, 12.15 y 13.15 horas.

La ermita se encuentra ubicada junto al parque de Muel.

La ermita de la Virgen de la Fuente de Muel fue edificada en 1777 y renovada en 1817. Consta de una sola nave. En las pechinas de la cúpula que cubre el crucero Goya pintó unos frescos de extraordinaria factura que representan a los padres de la Iglesia y que han sido restaurados recientemente. Los zócalos de la ermita se decoran con cerámica de Muel.

La ermita, asentada sobre el dique romano, es Bien de Interés Cultural y actualmente preside el parque de Muel, donde existen también restos del castillo musulmán y de un molino árabe.

Por todo ello, es un espacio privilegiado que constituye uno de los puntos claves del Patrimonio Cultural y Natural de Aragón.

El interior es clasicista y la ermita tiene dos partes diferenciadas y separadas por una reja construida en 1980: la nave y la capilla.

La nave de la iglesia con bóveda de medio cañón está decorada con altares que se dedican a diferentes advocaciones. El suelo fue primero de cerámica, posteriormente de cemento y en la restauración de 1997 se colocó mármol combinado con la recuperación del primitivo pavimento en algunas zonas.

LA CAPILLA

La capilla es la parte principal de la ermita y parece responder a la construcción de 1770, realizada en acción de gracias porque la presión del agua no reventó la ermita aunque entró en ella por la primitiva puerta situada en el muro de la Epístola y que hoy se encuentra tapiada.

En el altar principal está la talla en madera de Nuestra Señora de la Fuente que se puede datar a finales del siglo XIII o principios del siglo XIV y que ha sido una imagen muy venerada. Antiguamente la Virgen se encontraba en un camarín abierto sobre el muro y rodeado de pinturas que simulaban un retablo, retablo que se imitó al construir el actual y en el que se colocó la talla de la Virgen rodeada de espejos para darle mayor luminosidad y dignificar el espacio en el que está la imagen.

Decorando la capilla o cabecera de la ermita se colocó en el tercer cuarto del siglo XVII el arrimadero de azulejería de Muel.

LA OBRA DE GOYA

Para la ermita, Francisco de Goya recibió en 1770 el encargo de decorar las cuatro pechinas, pintando las figuras de los cuatro Padres de la Iglesia: San Gregorio Magno, San Ambrosio, San Agustín y San Jerónimo. Las pintó al óleo directamente sobre el muro y en ellas se puede ver cómo repitió algunos modelos de las pechinas que hizo en la iglesia de San Juan de Calatayud. Constituyen una buena muestra de la genialidad de Goya.

El exterior de la ermita es de mampostería, combinando piedra y ladrillo, y está presidido por la cúpula octogonal cuyas tejas, llamadas de lágrima, son de la típica cerámica popular de Muel.

Las torres que enmarcan su fachada principal encierran las campanas y en el lateral, abierta al antiguo camino del Huerva, se puede contemplar la primitiva puerta.