El colegio zaragozano de Sansueña cuenta con un vivero de un centenar de niñas que practica atletismo con Ana Castiñeira como técnica, y ha logrado los últimos años grandes triunfos a nivel nacional en la categoría escolar.

Uno de los grandes secretos para formar una cantera ejemplar es tener un entrenador volcado y con cualidades. Muchos son los ejemplos y uno de ellos está en el colegio Sansueña. Ana Castiñeira lleva trabajando en el centro zaragozano 17 años y su labor sigue dando frutos. En este dilatado periodo ha colocado al centro zaragozano entre los mejores de España. Llegó a la cima ganando en los años 2006 y 2008 el prestigioso Jugando al Atletismo, en el que se presentan los mejores colegios nacionales.

Ana Castiñeira es una mujer con muchas tablas. Fue varias veces campeona de España de salto de longitud y plusmarquista aragonesa de la modalidad. La zaragozana ha aplicado su experiencia, sus dotes y su mano izquierda en este colegio que cuenta con 730 niñas. La Federación Aragonesa premió hace unas semanas su labor entregándole en su Gala el Premio del Fomento al Atletismo.

Castiñeira tiene mirlos blancos en su grupo, deportistas que en unos años podrían triunfar en el exigente deporte del atletismo. Pero es una amante del deporte de base y prefiere entrenar a escolares que a mayores. "Cuando son federados, se los paso a técnicos del Scorpio como Ester Lahoz, Enrique Aragüés o Félix Laguna. Por las tardes trabajo en un gimnasio y no tengo tiempo de llegar a todo, ni tampoco entrenar a mayores. Pero si tuviera tiempo, me gustaría tener un grupo de saltos", confiesa Castiñeira.

LA FUNDACIÓN

Este centro dirigido por Charo Conde ya es un colegio veterano. Se fundó en el barrio de Casablanca en el año 68. Cuando Castiñeira llegó allí a trabajar ya existía el atletismo. "Me ofreció el trabajo Chus Garcés, la profesora de Educación Física. Acababa de terminar los estudios y me apetecía hacer algo de atletismo". Castiñeira se enganchó enseguida y más cuando empezó a preparar Jugando al Atletismo. "Llevamos siete años acudiendo. Tengo una gran motivación de formar los equipos de Jugando al Atletismo en Primaria y Divirtiéndose al Atletismo en Secundaria. Cada año son chicas nuevas", indica.

Jugando al Atletismo ya se ha convertido en un clásico de este deporte en la categoría escolar. Como indica su nombre, los niños adaptan el atletismo en una serie de juegos dentro de un pabellón. Pero tiene tanto prestigio que el componente competitivo es muy alto. "Recuerdo que ha habido años que la policía ha tenido que separar a los padres...", confiesa. Los padres disfrutan tanto o más que sus hijos viendo la competición. "Lo pasan como enanos. Es una competición de convivencia y que une mucho en la grada. Pero los nervios afloran, puesto que hay una fase clasificatoria por la mañana. Las niñas acaban agotadas, pero aún tienen marcha tras la competición", explica.

LAS PRUEBAS

Jugando al Atletismo es un mini Grand Prix con una serie de pruebas encadenadas. Son el lanzamiento de jabalina, el lanzamiento de balón sentado, una prueba de velocidad que es el diez por diez, saltos de 20 segundos y un salto de longitud doble". Se remata la competición con tres relevos. "Uno es de velocidad, otro de vallas y una vuelta al pabellón realizando una yincana", explica Ana Castiñeira. Los pequeños héroes que ganaron la competición en el 2008 fueron Patricia Iglesias, María Molina, Victoria Sainz, Isabel Sainz y Carmen Domínguez. "Intento que en los grupos haya compañerismo. Aunque presente un equipo de peor nivel, prefiero que sea una piña", indica Castiñeira.

Las entrenadoras realizan una selección muy importante desde el Día del Deporte. Son unas pruebas que abarcan de 1° a 6° de Primaria para 300 niñas. "Se eligen la mitad y hay un tercer corte llevando a 15 chicas al Campeonato Provincial. Después van diez al Regional y a Jugando al Atletismo las cinco mejores". Estas niñas tienen de 9 a 11 años. "Es una pena, pero ha habido años de muchos lloros con esta exigente selección", explica la entrenadora de este conocido equipo, Ana Castiñeira.