La respuesta de la gente "ha sido mayor de la que esperábamos". Esa fue la conclusión a la que llegaron las diferentes asociaciones de vecinos que participaron en la concentración que se celebró el 3 de octubre en Zaragoza con el objetivo de mostrar el rechazo a la reorganización de las unidades de salud mental que ha llevado a cabo el Gobierno de Aragón. En la cita se congregaron vecinos de la agrupación de Lanuza-Casco Viejo, La Madalena, Parque Bruil y Zaragoza Antigua, colectivos de familiares de enfermos, plataformas en defensa de la sanidad pública, asociaciones profesionales, partidos políticos y otros colectivos como representantes del centro terapéutico El Frago, dedicado a la rehabilitación de drogodependientes y que también está amenazado de cierre, y todos ellos manifestaron su rechazo a la medida anunciada por la consejería de Sanidad del Gobierno de Aragón de clausurar las cinco unidades de salud mental ubicadas en el área II.

Esta "decisión errónea", según remarcaron los afectados, supone el traslado del personal y de los pacientes de los centros de Torrero-La Paz, San José, Las Fuentes y Casablanca al centro de salud de Valdespartera, y los del centro de Rebolería al de Sagasta. "La reubicación se realizará sin un plan que la contemple, ni previsión real de las dificultades de funcionamiento que generará a cientos de pacientes y a sus familiares. De ese modo irán en contra del principio de accesibilidad a los servicios sanitarios públicos", señalaron los afectados durante su reivindicación.

COMUNICADO

Las asociaciones implicadas redactaron recientemente un manifiesto en el que declaraban "no entender" estos cambios, ya que las unidades de salud mental están ubicadas en los Centros de Atención Primaria desde los años 80 del siglo pasado, dichas unidades se diseñaron siguiendo la Ley General de Sanidad y los principios del documento por la reforma psiquiátrica, y no se ubicaron "dispersas" en los barrios por casualidad, sino que dicha ubicación respondía a toda una filosofía "de asistencia, de colaboración con la Atención Primaria de acercamiento a la comunidad, a los barrios y al contexto social donde viven estos pacientes".

Y es que la proximidad es un valor "muy importante, no solo en términos de accesibilidad o como sostiene la consejería, de comodidad, sino porque imposibilita un trabajo comunitario", dicen.

Un día antes de la protesta, la AVV Parque Bruil-San Agustín hizo entrega en la DGA de las firmas recogidas en el barrio para mostrar su "desacuerdo" con la decisión del Ejecutivo Autónomico. Además, el pasado 16 de octubre, las asociaciones implicadas elevaron una queja formal al Justicia de Aragón para mostrar su rechazo al traslado de la unidades y pedirle que interceda con la consejería de Sanidad del Gobierno Autonómico.