Vecinos y comerciantes del entorno de Conde Aranda valoran positivamente la creación de 314 plazas de zona azul y naranja en nueve calles situadas entre la plaza Santo Domingo y el Paseo María Agustín. Nació como experiencia piloto y, vistos los resultados, esta iniciativa vecinal podría tener continuidad con la ampliación de otras dos calles más, Predicadores y San Blas.

Durante siete meses --del 19 de mayo al 31 de diciembre del 2014--, esta experiencia piloto ha venido a demostrar la buena aceptación que ha tenido. En 314 plazas de aparcamiento que se han regulado se produjeron 144.334 estacionamientos, de los cuales 124.055 se corresponden con las 189 plazas de zona azul, donde se realizaron 4,1 estacionamientos por cada una al día. El resto de las plazas (125) se habilitaron para residentes, contabilizándose 20.279 estacionamientos.

"La experiencia fue muy positiva y estamos pendientes de que llegue a más calles", reconoce Joaquín Contamina, coordinador de la Asociación de Comerciantes Conde Aranda-Portillo. "Esa ampliación se traduce en 150 nuevas plazas, que estarían cerca de la Casa Amparo y el centro de salud", añade. Fue precisamente Contamina quien se encargó del trabajo de campo previo antes de su puesta en marcha, rastreando calle por calle las necesidades que había de aparcamiento en esta zona del Casco Histórico.

"Era una demanda de los vecinos y comerciantes desde la remodelación de Conde Aranda en el 2004 cuando se suprimieron los aparcamientos. El comercio lo notó mucho", recuerda. "La falta de aparcamientos era un obstáculo ya que había gente que no venía a comprar o no podía visitar a sus familiares porque no podía aparcar. Las zonas de carga y descarga no cubrieron la demanda de los 155 comercios y servicios y 64 despachos profesionales de la calle Conde Aranda", afirma. Tampoco ayudó la ausencia de garajes. "Solo hay uno. Había estudios pero no se llevaron a la práctica, como poner un aparcamiento subterráneo debajo de la plaza de toros", señala el representante de la asociación comercial.

Con el objetivo de desbloquear esta demanda histórica, Contamina se movió para poner solución al problema. "Fuimos calle por calle para ver los coches que había aparcados e incluso el polvo que tenían otros porque no se movían. Remitimos los datos al área de Movilidad y a la junta de distrito y los técnicos municipales realizaron el estudio". A raíz del apoyo de los comerciantes se sumó el de los vecinos a través de las asociaciones Zaragoza Antigua y Conde Aranda. "Unos y otros apoyaron esta iniciativa que ha podido salir adelante. Vamos a ver si la zona azul llega también a las calles Predicadores y San Blas", concluye Joaquín Contamina.