MOVILIDAD URBANA

Independencia estrena su carril bici

Delimitado con líneas discontinuas en la acera para mitigar la conflinctividad con los peatones

El paseo Independencia estrenó hace unas semanas su nuevo carril bici con el objetivo de que los ciclistas que mayoritariamente circulaban por las aceras tengan su propio espacio y se mitigue de esta forma la conflictividad con el peatón. Pero el vial, sugerido con dos líneas pintura blanca entre las hileras de tilos de la zona más cercana a la calzada, llega con polémica y con opiniones encontradas. Si para buena parte de los peatones al menos la solución es mejor a que las bicicletas circulen por la acera en un espacio sin acotar, el colectivo Pedalea insiste en que el lugar de la bici es la calzada y vaticina que se va a producir un efecto llamada a la zona peatonal. Y mientras el ciclista puede elegir entre la acera y la calzada, algunos hosteleros se quejan de los efectos en sus veladores. Por su parte, el ayuntamiento justifica la actuación por la unanimidad con la que se aprobó el plan director de la bicicleta, un documento en el que ya en el 2010 aparecía esta como mejor opción, dado que la calzada, con el tranvía, no tiene suficiente amplitud para un carril bici segregado.

El carril bici, de doble sentido en cada acera, se completa con otras actuaciones para fomentar la circulación en la calzada, como la creación de zonas de adelantamiento ante los semáforos de modo que las bicis puedan situarse en estos espacios reservados y salir antes que los coches cuando se pongan en verde; y con un estrecho carril junto a los coches entre la calle Albareda y la plaza Aragón, un tramo donde las líneas en las aceras desaparecen y el trazado continúa en la calzada, más ancha en ese segmento.

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