Blanca Castillo, subdirectora de Caja Rural de Aragón en la oficina principal de Huesca, nació en Oto, una bellísima localidad del Valle de Broto. De allí salió para continuar sus estudios e iniciar en el año 2000 su carrera profesional en la entidad aragonesa de crédito cooperativo. Amante de las montañas del Pirineo, esta altoaragonesa formó parte de los Servicios Centrales de la Caja hasta el año 2012, fecha en la que llegó a la oficina principal en la capital oscense y en la que desde hace cinco años ocupa la subdirección.

«Para nosotros es muy importante el territorio y el medio rural. Contribuimos a vertebrar el territorio. Estamos comprometidos con él y con las personas. Somos firmes defensores de la rentabilidad social, más allá de la importancia que tiene la puramente económica. Queremos estar y ser motores dinamizadores del desarrollo de nuestros municipios y ayudar a generar valor y futuro. Lo rural está en nuestro nombre y en nuestro ADN», subraya Blanca Castillo.

Según la subdirectora de Caja Rural de Aragón, «la agricultura y la ganadería tiene un importante peso en la economía de la Comarca de la Hoya de Huesca. Se desarrolla y complementa con una industria agroalimentaria que aporta un valor añadido a los productos generados y que tiene como punto final la restauración y una magnífica red gastronómica. Tenemos gran variedad de recursos turísticos, naturales, históricos y patrimoniales. Conseguir un desarrollo sostenible, que conserve y proteja nuestro paisaje y el medio ambiente debe de ser compatible con las oportunidades de negocio que ayudan a repoblar el medio rural».

CLARA DIFERENCIA

Blanca Castillo, explica que «nuestros socios y clientes son conscientes de que lo que nos diferencia de otras entidades financieras es el trato personal. En un sector financiero como el actual, la importancia en la atención al cliente es primordial. La cercanía es nuestro principal valor. Estamos muy orgullosos de que sea así. Nos gusta conocer a nuestros clientes, llamarlos por su nombre, asesorarles con los productos o servicios que se adapten mejor a sus necesidades. Nos encanta observar cómo cada vez más acompañan a sus familiares y amigos a nuestras oficinas para recomendarnos en cuestiones tan importantes como la adquisición de una vivienda, realizar inversiones o desarrollar un proyecto empresarial».

Por último, Blanca Castillo destaca que «lo más importante, sin duda, es el equipo humano que es el que abre todos los días la puerta de la oficina y se esfuerza en ofrecer un servicio profesional y la mejor atención. Invito a todas aquellas personas que todavía no sean clientes de Caja Rural de Aragón a que se acerquen a cualquiera de nuestras oficinas y comprueben por ellas mismas cómo no todas las entidades financieras somos iguales», concluye la subdirectora.