Tres años dan para mucho. Almudévar pudo celebrar, tras la caída de la incidencia de la pandemia en el día, sus fiestas en honor a San Isidro. Así, el fin de semana del 13 al 16 de mayo se convirtió en unas fechas importantes porque suponían la vuelta de unas ansiadas fiestas que no se veían desde su edición de 2019.

El esperado programa contó con todo tipo de actividades culturales y tradicionales gracias al trabajo de la Comisión de Festejos, que tenía la responsabilidad de recuperar el alto nivel tras los tres años de parón por la crisis sanitaria. La combinación entre música, actividades para los jóvenes y el respeto a la tradición hizo las delicias de unos almudevanos que en todo momento tuvieron ganas de celebrar sus fiestas patronales.

El 13 de mayo arrancó uno de los fines de semana más esperados en muchos años. El grupo Versión 3.0 fue el encargado de romper el hielo con su espectáculo en la plaza de España. Así, la música invadió Almudévar desde las 19.00 horas. No abandonaron los altavoces los vecinos de la localidad porque poco después de que terminara este concierto, la discomóvil se instaló en la misma plaza. Una noche larga que comenzó a las 1.00 horas.

más música

Terminada la primera jornada, que funcionaba como una especie de calentamiento, el segundo de los días de las fiestas de San Isidro estuvo mucho más copado de actividades.

Desde las 16.30 horas, Maria Pardo y Los Lambreños se encargaron de amenizar la sobremesa de Almudévar con un café concierto, apto para todos los públicos pero destinado, sobre todo, a los más veteranos. Poco después de este concierto, el espectáculo de la orquesta Impakto llegó a la plaza de España, que vivió desde las 19.00 horas la primera sesión de tarde.

A partir de las 20.00 horas, en el Centro Cultural de Almudévar, el grupo de teatro Opozal, natural del municipio, interpretó una de sus últimas producciones. Una cita muy especial que volvió a poner en valor el talento interpretativo de los vecinos almudevanos.

Impakto volvió a hacerse con la noche de Almudévar, con una segunda sesión de su concierto. Más acelerada y con temas con más ritmo, la sesión de noche arrancó a las 00.30 horas.

El día 15 fue, sin duda, el más grande del fin de semana. Tres años después de su última procesión, San Isidro volvió a las calles de Almudévar acompañado por todos sus fieles.

Tras el recorrido por las calles del pueblo, la misa comenzó a las 12.30 horas. Una celebración especial que se cerró con doble cata gastronómica. En primer lugar, un primer almuerzo a base de magdalenas y vino. El segundo, el plato fuerte, un vermut de hermandad en la plaza de España, organizado por la Asociación Empresarial de Almudévar.

Habiendo reposado toda la comida, la sobremesa volvió a dar comienzo a las actividades de la tarde. Esta vez fue Roberto Ciria y su compañía los que interpretaron un emocionante recital jotero.

A las 18.00 horas, el centro cultural volvió a acoger un evento muy especial. Almudévar celebró su propio desfile de moda, coordinado por la Asociación de Amas de Casa de la localidad. Unas amas de casa que ofrecieron en su local una nutrida exposición de pintura y manualidades, que se pudo visitar durante todo el fin de semana.

Y como las fiestas son para todos y, sobre todo, para los más pequeños, la Comisión de Festejos reservó el lunes 16 para el deleite de todos los niños de Almudévar, Tanto por la mañana como durante la tarde, la avenida de Huesca se convirtió en un pequeño parque de atracciones gracias a los hinchables instalados.