Las celebraciones patronales vuelven a la comarca de la Hoya con el fin de las restricciones por la pandemia del coronavirus. Una vez superados los peores momentos y volviendo progresivamente a la normalidad, en Biscarrués se celebró el pasado 21 de mayo la tradicional romería en honor a Santa Quiteria, patrona de la localidad.

El acto arrancó a las 12.00 horas con la clásica procesión por las calles del pueblo. El recorrido se mantuvo como siempre y los fieles acompañaron a San Isidro, transportado en una peana, desde la iglesia municipal hasta la ermita.

Tras este camino de hermandad y tras finalizar la misa, los asistentes al acto entonaron los tradicionales gozos.

Aprovechando la cercanía de la fiesta de San Isidro, patrón de los agricultores, la eucaristía finalizó con la bendición de los términos, para asegurar una buena campaña de cosecha, que comenzará el próximo mes. Los cofrades culminaron el acto con el reparto de la caridad, una torta bendecida que se dio a todos los vecinos asistentes y, según marca la tradición, a las mascotas, para evitar que estas se contagien con la enfermedad de la rabia.

La hermandad sí alargó un poco más la celebración con una comida de confraternidad, siguiendo la tradición de esta organización fundada en el siglo XVII.

La jornada finalizó con dos actos más para toda la población. En primer lugar, una amplia degustación de todo tipo de productos asados, entre los que destacó el gran reparto de longaniza. Ya en horario de noche, para cerrar el fin de semana, Biscarrués pudo disfrutar de un alegre concierto en el patio de recreo. Junto a la música, la mejor forma de cerrar la jornada en la que volvieron las fiestas patronales al municipios, también regresó el sorteo del bingo, un clásico en todas las fiestas de los pueblos.