El Ayuntamiento de Huesca, tras el acuerdo alcanzado por unanimidad de la junta de portavoces, ha enviado una misiva a la Real federación Española de Fútbol para postularse como subsede del Mundial de 2030 en caso de que la candidatura de España y Portugal fuese la elegida para albergar la Copa del Mundo.

En la carta se pone en valor las instalaciones deportivas de alto nivel con las que cuenta la ciudad y su dilatada experiencia en la organización de grandes eventos, así como el cumpliendo de los requisitos marcados por la federación para ser una de las ciudades que acoja concentraciones de las selecciones nacionales que disputarán el Mundial y algunos partidos amistosos preparatorios de cara al campeonato.

La cercanía con Zaragoza, sus comunicaciones por autovía y un tren de alta velocidad, unidos al aeropuerto en las inmediaciones de la ciudad, convierten a Huesca «en un lugar idóneo para ser subsede de una de las competiciones internacionales de mayor nivel», señaló el alcalde de la ciudad, Luis Felipe, durante la presentación oficial de la candidatura.

Además, la ciudad de Huesca cuenta con «los servicios turísticos, hospitalarios, deportivos y de infraestructuras que la Federación marca como necesarios, junto con una oferta hotelera y gastronómica de primer nivel», incidió el edil.

EL PAPEL DE LA SD HUESCA

Para llevar a cabo este proyecto, el ayuntamiento cuenta con el compromiso de la Sociedad Deportiva Huesca, propietaria del estadio de fútbol del Alcoraz, de ceder su uso para acoger entrenamientos y partidos amistosos de aquellos equipos que disputarán los encuentros clasificatorios en Zaragoza. Algo que sucederá siempre y cuando la capital aragonesa sea elegida como sede de la competición.

Luis Felipe resaltó «el impacto económico directo que para Huesca tendría el hecho de ser subsede de un Mundial, además del escaparate internacional que otorgaría a la ciudad la estancia de selecciones nacionales».

El alcalde también puso el foco y defendió a la sociedad oscense, al advertir de «la excelente acogida que los oscenses brindarían a los aquí equipos desplazados. Huesca vive el fútbol con intensidad y pasión, por lo que no me cabe duda de que la toda ciudad se volcaría con estos acontecimientos deportivos».

No solo la capital altoaragonesa aspira a formar parte del Mundial 2030, si es que este finalmente recala en la candidatura ibérica que lideran España y Portugal.

Zaragoza quiere ser una de las ciudades importantes en la organización de un evento de semejante tamaño y ya trabaja en la reparación del estadio municipal de La Romareda, de cara a un próximo amistoso del combinado nacional. En el aire, todavía está la construcción del nuevo estadio y su emplazamiento definitivo.

Municipios más pequeños, como Calatayud, también quieren ser subsede del Mundial, como Huesca, para acoger a algún equipo participante y ofrecer sus instalaciones deportivas como campo de entrenamiento.