El municipio oscense de Alcalá de Gurrea llevaba casi treinta años sin ver las puertas de su escuela municipal abiertas. 27 años después de su cierre, la vida escolar vuelve a Alcalá.

Entre 8 y 11 niños ucranianos, refugiados en el centro de emergencia que la Cruz Roja habilitó el pasado mes de abril en la residencia de mayores de la localidad, recuperarán cierta normalidad en sus vidas con su particular vuelta al colegio. Un regreso que se da a miles de kilómetros de su hogar, inmerso en una guerra con Rusia desde finales del mes de febrero.

Este nuevo proyecto, posible gracias a la colaboración del Ayuntamiento de Alcalá de Gurrea, la propia Cruz Roja y la empresa Levitec, ha sido autorizado por el Servicio Provincial de Educación, que lo anunció el pasado 5 de septiembre.

La ludoteca municipal será la particular escuela de Alcalá de Gurrea, que se ha adaptado a toda prisa a las circunstancias en las que vive el pueblo desde la llegada de los refugiados. Una formación, para estos niños ucranianos, que se centrará en el idioma, para conseguir que puedan comunicarse con fluidez en español e, incluso, seguir el curso a la velocidad marcada por los currículos.

La mencionada ludoteca será el lugar donde estos pequeños pasen gran parte de sus días. Para ello, se ha provisto de un proyector, un ordenador portátil y una pizarra, para que el aula se aproxime lo máximo posible a una clase convencional.

Con la reapertura de esta escuela, los profesores vuelven a Alcalá de Gurrea. Para ello, el Servicio Provincial de Educación ha habilitado una nueva plaza de maestro para este particular colegio.