El comité científico creado por el Gobierno para afrontar la crisis del Prestige anunció el martes que el batiscafo Nautile ha detectado en sus últimas inmersiones otras seis grietas en el petrolero, que elevan a 20 el total de fugas. Estos nuevos escapes fueron descubiertos al hacer la limpieza de los obstáculos de la cubierta del buque (estachas, cables y barandillas). En la primera y segunda campaña, realizadas durante la primera y segunda semana de diciembre, pasaron inadvertidos.

En el balance realizado el martes, el comité advirtió que hay cinco fugas selladas, dos de ellas totalmente y tres de manera parcial. Para volver actuar sobre ellas e intentar taponar las otras 15, el minisubmarino se volverá a sumergir el jueves.

En esta ocasión irá dotado de un nuevo sistema que le permitirá multiplicar por 10 su operatividad. Hasta ahora, el Nautile sólo puede desplazar 50 kilogramos de peso en cada una de sus inmersiones. Para hacerlo más efectivo, se ha instalado en él una boya de superficie de la que desciende un cable de acero que contiene una gran cesta de 500 kilogramos de capacidad.

Esta cesta, trasladada a las proximidades del hundimiento del Prestige , permitirá al batiscafo utilizar los materiales necesarios para optimizar sus inmersiones, con el máximo ahorro de tiempo. En cada inmersión invierte más de dos horas.

PIEZAS A MEDIDA En su próxima misión al lugar del hundimiento, el Nautile irá provisto de cierres de las campanas metálicas "diseñados a medida" en la última inmersión, para aplicarlas a las fugas de mayor tamaño y dificultad. También llevará cotas de malla y sacas cargadas de barita (sulfato de bario), material con gran capacidad de moldeado y adaptación, para sellar totalmente las tres fugas que sólo han podido taponarse de manera parcial.

VERTIDO MENOR No obstante, el Nautile ha constatado que "se ha reducido apreciablemente" la cantidad de vertido en los restos de la popa. El comité, que no se atreve a cuantificar la reducción total de los 120 toneladas diarias iniciales, considera prioritario sellar la fuga del manguerote de popa, la denominada número 1, por la que en los primeros momentos salían 30 toneladas diarias de fuel.

La necesidad de taponar esta grieta principal, según los científicos, obedece a que este manguerote es la salida natural del fuel en caso de posible rotura de las tuberías que comunican el tanque número 4 con la cámara de bombas del buque.

Fuentes próximas al comité señalaron que los investigadores siguen confiando en tapar todas las grietas antes del 20 de enero.