Tres días después del inicio de los combates, el parte de bajas de los aliados registra un hecho paradójico: la mayoría de las víctimas de la coalición anglo-norteamericana no han perecido en los combates. Los fallos técnicos o humanos --dos accidentes de helicóptero se han cobrado 19 muertos-- se han convertido en su peor enemigo.

Así, hasta la fecha, la operación más trágica se produjo el viernes al estrellarse en Kuwait un helicóptero de transporte de tropas y material bélico. Fallecieron los 12 marines a bordo: cuatro estadounidenses y ocho británicos. Según los expertos, el aparato, un CH-46 Sea Knight construido por la firma Boeing, estaba especialmente diseñado para operar en condiciones difíciles y dotado de gran movilidad.

Ayer, otros siete soldados aliados (seis británicos y un norteamericano) murieron en otro accidente al colisionar dos helicópteros Sea King de la Royal Navy. Los dos aparatos chocaron en el aire cuando sobrevolaban aguas internacionales en el golfo Pérsico, alrededor de las 04.30 horas (06.30 en España).

El Ministerio de Defensa británico, tras confirmar que no había habido supervivientes, aseguró que se trató de "un accidente" y no de una acción de las fuerzas iraquís. Por su parte, Tony Blair expresó su "profunda tristeza" por el trágico suceso, pero reiteró que la campaña seguirá según los planes acordados.

Sobre las posibles causas de ambos accidentes --con un total de 14 víctimas británicas y 5 estadounidenses-- aún no se han pronunciado ni el Pentágono ni Londres. El Ministerio británico de Defensa dijo que investigará las causas de la colisión de ayer tras informar del incidente a los familiares de los fallecidos.