La ayuda humanitaria comprometida por España para la fase de posguerra en Oriente Próximo tendrá uno de sus principales pilares en el apoyo logístico, una función de los modernos ejércitos en la que Zaragoza ocupa un puesto de vanguardia por su experiencia en misiones en Kosovo, Agfanistán y la Antártida.

Junto a las unidades de ingenieros, de defensa NBQ (nuclear, bacteriológica y química) y de sanidad que viajan ya en barco rumbo a la zona del conflicto, el Gobierno español tomó la decisión a mediados de marzo de incluir a 60 especialistas de la Agrupación de Apoyo Logístico número 41 (AALOG), con sede en el campo de maniobras de San Gregorio. Esta unidad zaragozana configura el Elemento Nacional de Seguridad (NSE), una estructura ideada para ser desplazada a cualquier lugar del mundo y participar en labores de mantenimiento del Ejército de Tierra español.

A estos militares se unirán otros diez efectivos procedentes de distintas unidades de logística de otros puntos de España. Todos ellos se trasladaron ayer a Valencia, tras participar en un acto de despedida presidido por el comandante militar de Zaragoza y Teruel, general Alfredo Ezquerro. Al frente de la agrupación resultante estará el comandante Miguel García Pérez.

Preparación

Antes de embarcar para el golfo Pérsico, los integrantes del destacamento de logística recibirán instrucciones sobre la misión que van a desarrrollar, se informarán sobre las características de la vida en Irak y serán vacunados contra distintas enfermedades, entre ellas el carbunco (ántrax en inglés) y la viruela.

El traslado a Oriente Próximo tendrá lugar en una fecha todavía sin concretar a partir del día 7 de abril, cuando termine la concentración en Valencia y todas las unidades queden en situación de espera. No hará falta que la AALOG aguarde al término del conflicto, puesto que podría ubicarse en una zona pacificada de Irak.

El trabajo que la agrupación desarrolle cuando alcance su destino estará encaminado a facilitar al máximo el quehacer y la vida cotidiana de los militares españoles que se dedicarán a labores de desminado, atención sanitaria y de prevención ante los riesgos derivados del empleo de armas de destrucción masiva.

La AALOG 41, que está estructurada en cuatro grupos (abastecimiento, mantenimiento, transportes y asistencia sanitaria), proporcionará alimento y vestuario al destacamento español y se encargará de aspectos como la higiene, la reparación de los vehículos y el suministro de combustible. El aprovisionamiento de armas y municiones, así como su cuidado, también es competencia de los logistas.

Entre los medios de la AALOG 41 tienen gran importancia los talleres móviles, de óptica militar (visores), de electrónica, de armamento y de informática, pues los mandos de la plana mayor están dotados de ordenadores personales.

El transporte de toda la impedimenta logística podría realizarse en barco a partir de Valencia, pero no se descarta que puedan alquilarse aviones con gran capacidad de transporte, como los Antonov rusos.