Llevamos muchos años esperando y algún día nos tenía que tocar", afirmaba ayer Roberto Pastor, uno de los vecinos de la urbanización del paseo de Teruel 26-28 que esperaba con urgencia las obras de renovación de las tuberías del alcantarillado y vertido que el lunes comienzan, y que se prolongarán, según el ayuntamiento, durante dos semanas. Unos trabajos que obligarán a cortar el tráfico rodado y desviar los autobuses de las líneas 35 y 38.

El autobús 35, dirección Miralbueno, transcurrirá desde César Augusto a Fernando el Católico, por paseo de Pamplona y Gran Vía; y la línea 38, dirección Vía Hispanidad, desde la plaza de Paraíso a avenida de Valencia, por Gran Vía y Goya. Además, habrá paradas provisionales en Gran Vía 2, Gran Vía 40 y avenida de Goya 66.

INFORMACION DE LOS CAMBIOS TUZSA asegura que no se alterará la frecuencia de ambas líneas. No obstante, va a difundir un folleto informativo en el que se comunicarán a los usuarios estos cambios. Además, el ayuntamiento ha previsto invertir el sentido de la circulación de la calle Cánovas para que todo el tráfico salga a la avenida Goya, o por la calle Princesa al paseo de Teruel.

Estos inconvenientes contrastan sin embargo con la necesidad de estas obras para los vecinos del lugar. "Con tormentas fuertes, el agua no sólo inunda las dos plantas de los garajes, sino que sube por las tuberías a los primeros pisos, aflorando por bañeras y servicios, y alcanza los sumideros de los segundos", señala Roberto Pastor, propietario de una de las cerca de 200 viviendas de dicha urbanización.

La renovación del alcantarillado en el paseo de Teruel, en el tramo de 70 metros lineales comprendidos entre las calles Pérez Galdós y Princesa, forma parte del proyecto del barrio del Carmen, que ya ha renovado la red de tuberías de las calles interiores.

"Hace poco gastamos más de 72.000 euros (doce millones de pesetas) en adecentar los garajes, y las últimas tormentas han vuelto a ensuciarlo todo. El problema de nuestro edificio es que contamos con mucha superficie de patio por la que el agua se cuela y rebosa las tuberías por los problemas del colector", señala.

La nueva tubería será de 40 centímetros de diámetro, suficiente según el ayuntamiento para el aporte de los vertidos. Ricardo Berdié, concejal de Infraestructuras, aseguró ayer que los más de 100.000 euros con los que el nuevo gobierno municipal cuenta serán suficientes para cubrir los gastos.

Una vez terminen estos trabajos en el paseo de Teruel, comenzarán antes de fin de año los de Hernán Cortés y paseo de Pamplona, para los que el consistorio tiene previsto presupuestar otros 200.000 euros.