Sólo 40 localidades aragonesas cuentan con policías locales y auxiliares, mientras existen comarcas enteras que no disponen de un sólo agente. Es el caso del Campo de Belchite, el Bajo Martín y la Ribera Baja del Ebro, en la provincia de Zaragoza; el Sobrarbe, en Huesca: y el Maestrazgo, la Sierra de Albarracín, Gúdar-Javalambre y el Matarraña, en Teruel. Además, en algunas de ellas sólo hay auxiliares y tan sólo en la mitad se podrían crear cuerpos de Policía Local, según establece el Proyecto de Ley, porque el resto no llega a cinco agentes de plantilla.

Algunas de las zonas que no cuentan con este servicio público son eminentemente turísticas en los fines de semana, como ocurre en Gúdar y en Albarracín. La situación se ha agravado en las últimas décadas con el cierre de cuarteles de la Guardia Civil en muchos pueblos. Sin embargo, la situación demográfica de la mayoría de los pueblos de la comunidad no permite disponer de estos funcionarios por falta de presupuesto. La alternativa sería el incremento de ayudas por parte del Gobierno aragonés para paliar esta situación, aunque llegar a todo el territorio sería muy gravoso para la arcas.

Entre las enmiendas planteadas al proyecto por las organizaciones sindicales, especialmente del mayoritario en Zaragoza CSL-CIPOL, se plantea que sólo sean necesarios tres agentes para crear Cuerpos de Policía Local, el incremento de las ayudas de la DGA y que los requisitos se exijan a entidades de población más amplias que los pueblos. En la actualidad, menos de la quinta parte del territorio aragonés (8.502 kilómetros cuadrados) cuenta con policías locales. Aunque éste es posiblemente el problema más grave y de difícil solución, existen otras dificultades a las que la futura ley pretende hacer frente, como el de la formación. Tan sólo en el Cuerpo de Zaragoza se recibe una preparación adecuada para acceder a un cuerpo de seguridad. En el resto, la formación sólo es de dos meses y en algunos pueblos hace falta querer y tener unos mínimos requisitos.