Los afectados por las inundaciones "históricas" registradas esta semana en el noroeste de la provincia de Zaragoza piden celeridad y coordinación a las distintas administraciones y a los seguros para paliar los daños producidos, que se prevén millonarios. Los agricultores recuerdan por ejemplo el retraso en el cobro de los desperfectos que la riada del Ebro del 2002 causó en los campos, y que se liquidaron tan sólo hace meses.

Desde la Unión de Agricultores y Ganaderos de Aragón (UAGA), no obstante, comienzan a verse como "positivos" los pasos que se han dado hasta ahora, como es la apertura de ventanillas únicas en algunas de las localidades. Aunque exigen "que esa actitud positiva se traslade también a la eficacia en las ayudas".

Los técnicos de los distintos departamentos del Gobierno de Aragón trabajan en la valoración de todos los desperfectos, aunque por ahora no dan cifras. Tanto UAGA como Asaja estiman que sólo los daños en producción agrícola superarán los ocho millones de euros. Y a estos habrá que sumar los de las infraestructuras públicas.

TORMENTA EN HUESCA Ayer, Asaja informó que las tormentas también descargaron en las localidades oscenses de Gurrea de Gállego, Ortilla y Biscarrués, ocasionando daños en fincas y cosechas que alcanzarían más de dos millones de euros. El sindicato agrario solicita a la DGA que tenga en cuenta esta incidencia en la provincia altoaragonesa y que incluyan estas comarcas en las zonas damnificadas.

"Sin ser la magnitud de la riada del Ebro de hace dos años, ésta ha sido la tormenta del siglo", aseguró ayer el secretario general de UAGA, Javier Sánchez Ansó. La cantidad de lluvia caída y los consecuentes desbordamientos de los cauces de los ríos del lugar han dejado tras de sí "una catástrofe total" en los campos, muchos de ellos aún inaccesibles.

Este será el panorama que hoy se encontrará la ministra de Agricultura, Elena Espinosa, en su visita a la comarca de Cinco Villas. La responsable recorrerá los sectores hidráulicos de la nueva zona de regadío de Bardenas II, muy afectada por las agua. De hecho, ayer era impracticable la circulación por el lugar debido a la acumulación de lodo y barro. Espinosa acudirá al Ayuntamiento de Tauste y participará en Ejea en un acto público con cooperativas agrarias y de regantes. Los agricultores le pedirán ayudas directas e inmediatas por las tormentas.

La situación más conflictiva continuaba ayer en Boquiñeni, donde la población temía por las aguas desbordadas del Canal Imperial, que avanzaban con rapidez hacia el pueblo, arrasando explotaciones ganaderas y todo cultivo que encontraban a su paso. Aunque también peligraban varias fábricas cerca de Luceni, que seguían aisladas.

"No sé cómo será la famosa tormenta de los 500 años, pero nunca se había conocido fenómeno igual ni con tanta agua", aseguró ayer el alcalde de Remolinos. Casas en donde se achicó agua, estructuras y barrancos que habrá que reparar y una huerta completamente anegada es el resultado de este fenómeno.

"Nadie había conocido algo así. Más de ocho horas lloviendo en una extensión tan amplia que abarcaba desde las Cinco Villas a Borja o Calatayud y La Almunia, con precipitaciones que sobrepasaron los 300 litros y que vinieron acompañadas de pedregada, sólo pueden traer consigo destrozos también históricos", señalaron desde UAGA.

El consejero de Economía, Eduardo Bandrés, prometió ayer las mismas ayudas que habilitó para los damnificados por la riada del Ebro del 2002 y las tormentas del Bajo Aragón del año pasado. Bandrés confirmó que el Ejecutivo autonómico asumirá estas cantidades a través del presupuesto actual o del próximo ya que, aseguró, son "digeribles". Además, la DGA arbitrará las mismas medidas para facilitar financiación a tipo de interés cero a los afectados por determinado tipo de pérdidas en sus explotaciones.

Por otro lado, toda la red de carreteras aragonesa regresó ayer a la normalidad, exceptuando la vía que une Boquiñeni con Gallur, que seguía anegada, y la circulación intermitente que persistía en un tramo de la autopista Vascoaragonesa.