Francia, Alemania, Austria, Italia y la mayoría de los países de la UE han llevado a cabo reformas para agilizar las rupturas en sus leyes, que se remontaban a la década de 1970, pero mantienen más tiempo de separación previa al divorcio.

En Alemania se eliminó el principio de culpabilidad y tampoco hay que alegar las causas de la ruptura. Para tramitar un divorcio sin acuerdo se exigen pruebas de que ha habido una separación de uno a tres años. El plazo es inferior si hay consentimiento mutuo.

En Francia se redujo el año pasado de seis a dos años el plazo de separación para poner fin al vínculo conyugal en caso de mutuo acuerdo. En Italia hay que esperar al menos tres años.

En el Reino Unido, se puede solicitar el divorcio si la pareja lleva casada un año o más.

En Austria, la ley prevé, además del divorcio por mutuo acuerdo, otros por motivos basados en el principio de culpa o de destrucción de la convivencia.