Zaragoza no tendrá ninguna línea de metro ni de tranvía para la Expo 2008. Así lo reconocen fuentes del Gobierno municipal del PSOE-CHA, quienes manifestaron a EL PERIODICO DE ARAGON que sería un "logro" iniciar las obras del trazado en superficie a principios de la próxima legislatura. Técnicos municipales y del Ministerio de Fomento aseguraron que será "imposible" que circule el tranvía en un plazo inferior a seis años, un proceso que se alargará a una década en el caso de la planificación y construcción de un recorrido suburbano.

Los especialistas recuerdan que el primer estudio de alternativas para el corredor Norte-Sur no estará entregado antes de febrero del 2006, un documento básico para redactar el proyecto de la primera línea de tranvía. En el caso del metro, ni siquiera se ha encargado un trabajo previo más allá de un preestudio elaborado para un apeadero junto a la antigua estación de El Portillo.

Para colmo, las instituciones no son capaces de ponerse de acuerdo para sentar las bases de la financiación. La cobertura de hasta un 25% del coste parecía pactada en noviembre a través de las plusvalías de los suelos ferroviarios de Delicias, pero las diferencias políticas por el convenio urbanístico del AVE mantiene todo el proceso bloqueado.

El consistorio pretende ampliar la financiación de la milla digital a través de plusvalías del barrio del AVE, pero el resto de administraciones --los gobiernos central y autonómico-- no está dispuesto a cambiar la planificación por este fin. Fuentes implicadas, no obstante, apuntaron la posibilidad de que se acerquen posturas en próximos días.

Las dilaciones políticas han provocado que se rebasen los plazos comprometidos. El alcalde, Juan Alberto Belloch, llegó a anunciar hace un año que por estas fechas ya estaría en licitación las obras de la línea Norte-Sur, pero desde el equipo de Gobierno se reconoce ahora que no será posible antes de finales de legislatura.

PLAZOS INAMOVIBLES Los expertos de Fomento en gestión de grandes obras apuntaron a este diario que la media en planificar y construir una infraestructura en España ronda los diez años. En el caso del tranvía se podrían reducir a seis años porque se adapta al entramado de calles.

Los especialistas dejaron claro que los tiempos de tramitación son inflexibles , ya que se debe primero licitar y redactar un estudio informativo y elegir una de las propuestas. En esta fase se emplean entre uno y dos años.

La Administración debe sacar a concurso la redacción del proyecto, en cuya tramitación se emplea un mínimo de seis meses, a los que se añaden en torno a dos años en su elaboración. Luego se debe someter a impacto ambiental y superar una declaración de impacto. "Si no se entabla ninguna batalla legal, muy habituales y que retrasan todo, sólo en las fases previas se van entre cinco y seis años", apuntaron.

La duración de las obras oscila en función de la complejidad y del tamaño de la infraestructura. "Ni con una declaración de urgencia se pueden reducir los tiempos. Desde la época de Alvarez Cascos cuesta diez años, un plazo que en Alemania es de doce", señalaron.

Las citadas fuentes de Fomento

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