El Ministerio de Fomento dispondrá la próxima primavera del estudio funcional del eje ferroviario Cantábrico-Mediterráneo, que unirá el País Vasco y Valencia a través de Zaragoza y Teruel. Este documento será el primer paso en la planificación y desarrollo de una de las apuestas ferroviarias del Gobierno socialista, que necesitará más de una década para redactar los estudios informativos, los proyectos y las posteriores obras.

La Dirección General de Ferrocarriles señala que el estudio funcional hará una radiografía del estado actual de la vía y recogerá alternativas "con un grado suficiente de detalle" para definir un plan de actuaciones que impulsa la ministra Magdalena Álvarez. No solo se tendrá en cuenta la orografía, sino la hipotética demanda y la rentabilidad del trayecto para el tráfico de viajeros. También analizará las infraestructuras e instalaciones necesarias para el transporte de mercancías.

Este corredor aprovechará parcialmente la infraestructura existente. En el caso de la línea Zaragoza-Teruel, se da por hecho que la renovación que se está realizando servirá de base para el eje, aunque habrá que desdoblar la vía y electrificarla. En el tramo final no harán falta correcciones, dado que el estudio informativo que ha salido a concurso tendrá en cuenta los resultados del estudio funcional. En el tramo entre Zaragoza y el norte de España, las actuaciones se han ralentizado, dado que los proyectos del PP eran opuestos y se plantea una vía única de inferiores prestaciones.